La incertidumbre económica global, alimentada por la volatilidad en los mercados financieros y el resurgimiento de tensiones comerciales entre Estados Unidos y China, está redefiniendo las estrategias de inversión en 2025 y en este nuevo escenario, los inversionistas están migrando hacia activos considerados de bajo riesgo, como los fondos del mercado monetario y los bonos de alta calidad, buscando proteger su capital sin renunciar a rendimientos moderados.Según el Investment Company Institute (ICI), los fondos del mercado monetario alcanzaron un récord histórico de US$7,03 billones en activos al cierre del primer trimestre del año, con un crecimiento semanal de más de US$51.000 millones. Este tipo de fondos, que invierte principalmente en deuda de corto plazo, ha ganado terreno gracias a su combinación de seguridad, liquidez y tasas de retorno superiores al 4%.Más información: Regla fiscal: consecuencias para las finanzas del país al activar la cláusula de escapeDe acuerdo con el informe “Volatilidad, riesgo y oportunidad: el nuevo mapa de inversión para 2025”, elaborado por Tudor Securities, este movimiento refleja un cambio de prioridades entre los inversionistas, quienes buscan refugio frente a un entorno internacional caracterizado por el endurecimiento monetario, la desaceleración del comercio global y los efectos de las políticas proteccionistas del nuevo gobierno estadounidense.“La reactivación de una guerra tarifaria con China y otras potencias económicas ha elevado las tensiones en los mercados. Las nuevas medidas arancelarias, sumadas a posibles represalias, han generado interrupciones en las cadenas de suministro, encarecimiento de los costos de producción y presiones inflacionarias que complican la toma de decisiones de inversión”, dice el estudio.Inversiones de bajo riesgo.Imagen generada con Inteligencia Artificial - ChatGPTEn este contexto, instrumentos tradicionales como los bonos soberanos, municipales y corporativos de alta calidad también están ganando protagonismo. Por ejemplo, J.P. Morgan reporta que los bonos corporativos están ofreciendo rendimientos por encima del 5%, lo que los convierte en una alternativa atractiva frente a la renta variable, especialmente para portafolios conservadores o de perfil moderado.Para Juan Pablo Cortés, senior Private Banker de Tudor Securities en Colombia, “el enfoque de inversión para 2025 debe partir del entendimiento de un entorno global desafiante, marcado por tensiones geopolíticas y guerras tarifarias. En ese escenario, priorizar activos defensivos como la renta fija o los fondos monetarios permite navegar la incertidumbre sin perder totalmente la exposición a retornos”.Puede interesarle: Dónde nace la innovación: las ciudades que impulsan el emprendimiento en ColombiaAunque la renta variable mantiene su atractivo en el largo plazo, especialmente en sectores como tecnología o energía, los expertos coinciden en que la volatilidad reciente de los índices S&P 500 y Nasdaq ha incentivado un repliegue táctico del capital hacia posiciones más seguras. Esta tendencia se traduce en una reconfiguración de los portafolios, que ahora incorporan de forma más equilibrada activos líquidos y de menor riesgo.Por otro lado, el informe de Tudor Securities señala que esta preferencia por activos conservadores no necesariamente implica una renuncia a la rentabilidad, ya que algunos instrumentos híbridos, como las notas estructuradas, están ofreciendo retornos anuales de hasta el 20%, con distintos niveles de protección al capital, dependiendo del perfil del inversionista, teniendo presente que estos productos requieren un mayor nivel de asesoría y comprensión del mercado.Inversión y crecimiento económico.Imagen generada con Inteligencia Artificial - ChatGPTLa creciente migración hacia activos seguros también se da en un contexto de tasa de interés elevada a nivel global, en el cual los bancos centrales se muestran cautelosos ante el riesgo de nuevos brotes inflacionarios, lo que ha contribuido a mantener atractivos los retornos en instrumentos de deuda a corto y mediano plazo.“En un entorno donde la geopolítica y las decisiones monetarias impactan con fuerza a los mercados, la disciplina y la diversificación se consolidan como principios clave para proteger el capital. Fondos monetarios, renta fija de calidad y estrategias estructuradas aparecen como las herramientas más utilizadas por los inversionistas en 2025 para adaptarse sin exponerse excesivamente al riesgo”, concluyeron.