Un estudio pionero sugiere que la inflamación cerebral podría estar detrás de comportamientos repetitivos y síntomas de ansiedad. ¿Podrían medicamentos ya conocidos ofrecer una solución inesperada? En este artículo desvelamos las claves de un hallazgo que podría cambiar nuestra forma de tratar trastornos como el autismo o el TOC.