Los finales de las personas que no tienen límites. Esos epitafios son siempre más sangrantes, agónicos y poéticos. Guardan en su último aliento una bocanada de postrimería que deja una sensación extraña de irrealidad. ¿Ya? ¿Así se cierra lo que parecía interminable, así se acaba lo que llegamos a percibir como indestructible? Nada es para siempre. Ningún canalla sobrevivió nunca a sus siervos. Ya no sirve la épica del ave Fénix. Las cenizas de las que resurgir son documentos que de nada vale triturar. Los sostienen los audios y las fotos que conocemos y nos quedan por conocer, las que coparán los archivos de la escoria de nuestro país. La traición es un recurso literario que la Historia utiliza para... Ver Más