Este lunes 16 de junio, el Congreso colombiano entra en la recta final de una de las reformas más controvertidas del actual Gobierno con la reforma laboral, que tiene más del 75% del articulado ya aprobado, mientras el Senado tiene previsto votar hoy los 19 artículos restantes del proyecto, justo antes de dar paso a la etapa de conciliación con la Cámara de Representantes.En medio de la carrera contrarreloj que libra esta iniciativa, si se logra el objetivo, el país tendría, por primera vez en más de dos décadas, una nueva legislación laboral producto de un proceso legislativo que ha estado enmarcado por roces entre la Casa de Nariño y el Legislativo y la amenaza de una consulta popular si no sobreviven los puntos que impulsan el presidente Gustavo Petro y sus delegados.Noticia relacionada: Estos son los 19 artículos que faltan por aprobar en la reforma laboralLa jornada promete ser maratónica, tal y como lo anticipó la semana pasada, la senadora Angélica Lozano, presidenta de la Comisión Cuarta del Senado, quien dejó claro que “nos vamos a tomar todas las horas que sean necesarias”, con el fin de hacer lo que ella calificó como un “trabajo legislativo completo” y a conciencia.Durante esta jornada, la votación incluirá varios de los artículos más conflictivos, que han generado tensiones entre los involucrados y ha despertado diferencias en la opinión pública. Se trata de puntos sensibles que abarcan desde el modelo de jornada laboral hasta las condiciones de contratación por horas, pasando por temas sindicales y de formalización en sectores específicos.Discusión de la reforma laboralNéstor Gómez / EL TIEMPOPunto de quiebreAunque porcentualmente solo falta un 25% del articulado, el propio ministro del Trabajo, Antonio Sanguino, reconoció que esos artículos contienen el 60% del “ADN” de la reforma, ya que en ese bloque están las líneas rojas del Gobierno Nacional, comenzando por la estabilidad laboral reforzada, jornada máxima legal bajo el modelo 4x3 y la regulación del trabajo nocturno y los recargos dominicales.También está el contrato de aprendizaje del Sena y su posible monetización; así como la estructura del trabajo a tiempo parcial. Respecto a los aprendices, voces en el Senado dicen que quedaría tal cual como viene de la Comisión Cuarta, lo cual no ha gustado mucho en el Ejecutivo y sectores afines al presidente Petro.Consulte también: 'Decretazo': ABC de esta y otras decisiones recientes del GobiernoDe igual forma, la atención se concentra en los artículos que proponen formalizar a sectores tradicionalmente informales, como las madres comunitarias, los manipuladores del Programa de Alimentación Escolar (PAE) y los transportadores de carga. En conjunto, estos 19 artículos definen si la reforma será una transformación estructural del modelo laboral colombiano o si se quedará a medio camino.Así mismo, uno de los temas más discutidos ha sido la propuesta de jornada laboral 4x3, que permitiría trabajar cuatro días y descansar tres, ya que aunque la idea ha tenido buena recepción ciudadana, el Gobierno se opone rotundamente, porque para ellos “eso suena muy chévere, pero significa que usted tiene que distribuir 48 horas en cuatro días. Trabaja diez o doce horas al día, sin recargos ni horas extra”, según advirtió el ministro Sanguino.Productividad y mercado laboral.Imagen generada con Inteligencia Artificial - ChatGPTOtro punto de fricción es la jornada nocturna, en la que algunos congresistas proponen excepciones para las microempresas, pero sectores sindicales alertan sobre una eventual desprotección de los trabajadores. También está en discusión la monetización de la cuota de aprendizaje, algo que podría desincentivar la formación de aprendices del Sena.“Estamos bien de tiempo. El lunes por la noche terminaremos de aprobar, cosa que la conciliación se dé martes, miércoles y entre jueves y viernes se ratifiquen ambas plenarias”, aseguró Lozano, quien dejó claro que “va a haber reforma laboral justa por ley, y el decretazo se cae de su peso. Es un abuso de poder”.Puede interesarle: Fitch Ratings mantuvo la calificación del Acueducto de BogotáTensiones políticasCabe recordar que las sesiones de los últimos días han estado marcadas por un ambiente de tensión creciente en el que aunque el Gobierno ha reiterado su voluntad de concertación, desde el Congreso se han alzado voces críticas frente a lo que consideran imposiciones del Ejecutivo.“¿Hicimos muchas conversaciones con el Gobierno? Sí. ¿Ustedes vieron el ambiente pacífico? Pues al Gobierno solo le gusta que le digan que tiene la razón. Y esa no es la tarea de la plenaria del Senado”, sentenció la senadora Lozano.Marchas de los sindicatosCésar Melgarejo/ EL TIEMPOEl ministro Sanguino, por su parte, reconoció que si bien hay disposición para buscar acuerdos, “hay asuntos que no pueden ser negociables” y entre ellos mencionó la jornada laboral de ocho horas, los recargos por trabajo en festivos, y el respeto al salario mínimo, porque desde su perspectiva, “eso no se puede permitir en una reforma laboral”.Con todo esto, el equilibrio es delicado, ya que si se intenta aprobar todo “a voto limpio”, como advirtió el ministro, se corre el riesgo de que la conciliación con la Cámara se fracture, para quien “si no logramos un acuerdo hoy, va a ser muy difícil que haya conciliación”, reiterando el llamado a que se vote a conciencia.Más información: Talento que transforma hogares, el foco de HomecenterTambién hay que decir que no todos los artículos han tenido el mismo destino. La senadora Esmeralda Hernández denunció lo que calificó como una “indignante” derrota del artículo que buscaba formalizar el trabajo rural mediante un contrato agropecuario; luego de que la votación terminara 44 en contra y 41 a favor.Acto seguido, se aprobó una proposición para que el Gobierno presente un nuevo proyecto sobre el tema en un plazo de seis meses, que para Hernández, fue una burla, puesto que “algo que se podía lograr de inmediato, lo aplazan seis meses. Un proyecto que empieza desde cero cuando este ya está en último debate” y deja sin protección a los trabajadores del sector agropecuario.InformalidadJaime Moreno / PortafolioCuidar los efectosMientras se decide el futuro de los artículos restantes, el debate también se alimenta de las cifras y en ese sentido, el más reciente editorial de Corficolombiana señala que, aunque el empleo ha mejorado, la calidad del trabajo en Colombia sigue deteriorándose.Según el análisis, el 78% de los 971.000 nuevos puestos creados son informales y la tasa de informalidad laboral se ubica en 57,2%, la más alta en dos años; mientras el empleo formal se estanca mientras crecen las formas inestables de trabajo, generando una realidad que plantea dudas sobre si la reforma laboral, tal como está formulada, puede revertir esas tendencias.Si el Senado logra hoy aprobar los 19 artículos restantes, el proyecto pasará a conciliación con la Cámara de Representantes, con el objetivo de unificar los textos para que la reforma pueda ser sancionada por el presidente antes del receso legislativo. Sin embargo, si persisten las diferencias, ese paso podría naufragar.