La sección de Libros de El País publica hoy un artículo sobre el libro del canadiense Gaétan Soucy ‘La niña a la que le gustaban demasiado las cerillas’ a la que califica de «Una novela admirable e incendiaria sobre el padre y las palabras».De qué trata ‘La niña a la que le gustaban demasiado las cerillas’«La niña a la que le gustaban demasiado las cerillas» trata sobre dos hermanos que viven aislados con su padre en una finca, y cuya vida cambia drásticamente cuando encuentran a su padre muerto. La novela, narrada en primera persona por uno de los hermanos, explora la peculiar forma en que los hermanos perciben el mundo, influenciada por las lecturas de su padre y las palabras que ellos mismos crean. La trama se centra en la búsqueda de un ataúd para enterrar al padre y en cómo la muerte de este afecta su mundo, que se había mantenido aislado del exterior. La novela se caracteriza por su lenguaje original y creativo, con neologismos y frases hechas alteradas, reflejando la visión particular de los hermanos sobre el mundo. El título hace referencia a esta peculiaridad lingüística, donde las cerillas, un objeto cotidiano, adquieren un significado especial dentro de su universo. La historia es una exploración de la identidad, la percepción de la realidad y el impacto del aislamiento en la formación de una visión del mundo. En resumen, la novela es un viaje a través del mundo interior de dos hermanos que deben enfrentar la realidad tras la muerte de su padre, utilizando un lenguaje único y personal para narrar su experiencia. Sinopsis de LA NIÑA A LA QUE LE GUSTABAN DEMASIADO LAS CERILLAS««Tuvimos que hacernos cargo del universo mi hermano y yo, pues una mañana, poco antes de amanecer, papá exhaló el último suspiro sin previo aviso. Sus despojos, crispados en un dolor del que solo quedaba ya la corteza, sus decretos, tan repentinamente pulverizados, todo eso yacía en la habitación del primer piso desde la que papá, la víspera sin ir más lejos, nos lo ordenaba todo». La niña a la que le gustaban demasiado las cerillas Dos hermanos viven aislados, con la única compañía de su despótico padre, en una extensa finca de la que no salen nunca. Su vida sufre un vuelco la mañana que encuentran a su padre muerto. Pasado el desconcierto inicial, uno de los hermanos decide dirigirse al pueblo más cercano en busca de un ataúd para poder enterrarlo. La noticia del fallecimiento enseguida llega a oídos de las fuerzas vivas del pueblo. Los hermanos no tardarán en darse cuenta de que la desaparición de su padre va a poner fin al mundo en el que han vivido hasta entonces, un mundo desligado casi por completo del exterior y marcado por un estremecedor suceso. Narrada en primera persona por uno de los hermanos, La niña a la que le gustaban demasiado las cerillas es una sorprendente novela escrita en un lenguaje muy original y creativo, salpicado de palabras inventadas y frases hechas trastocadas, propio de alguien cuyo conocimiento del mundo exterior se basa en lo que le ha enseñado su padre y en sus peculiares lecturas.»La editorial Contraseña publica esta recomendada novela traducida por María Teresa Gallego Urrutia y que tiene un precio de 17,10€Gaétan Soucy fue un profesor y novelista canadiense que nació en Montreal en 1958, donde falleció el 9 de julio de 2013.Se licenció en Física por la Universidad de Montreal y, más adelante, obtuvo un máster en Filosofía. También se formó en Japonés y Literatura en la McGill University. Su trayectoria profesional estuvo orientada a lo largo de toda su vida al mundo de las letras.Soucy es autor de cuatro novelas. La primera, La Inmaculada Concepción, salió al mercado en 1994. Tres años más tarde vio la luz La absolución y, en 1998, lo hizo La niña que amaba las cerillas, gracias a la cual despuntó en el panorama literario internacional. Su último título en publicarse fue ¡Music-hall!La entrada ‘La niña a la que le gustaban demasiado las cerillas’ «Una novela admirable e incendiaria sobre el padre y las palabras» según El País aparece primero en El Placer de la Lectura.