Un autobús urbano tuvo que ser remolcado en la tarde de este domingo tras dejar de funcionar durante el servicio que prestaba por el centro de Jerez. En concreto, según confirma el Ayuntamiento, el fallo mecánico se produjo por la rotura de la caja de cambios del vehículo. Por ello, hubo que llamar a una grúa, que no es una corriente sino de mayor envergadura, para poder mover el autobús por las calles hasta las cocheras, donde se encuentran los mecánicos, en el polígono El Portal. Tuvo que llegar desde el Mamelón, junto a la entrada de vehículos del parking subterráneo. Un punto donde los vehículos apenas tienen espacio para pasar cuando alguien aparca en este espacio, y que es salida habitual del centro hacia muchos barrios de la ciudad.[articles:336218]Este fallo de la caja de cambios no es el habitual en estos vehículos en los meses de verano. En ocasiones, como pasa con automóviles, los fallos se producen como consecuencia del calor, provocando lo que comúnmente se conoce como 'calentarse' el motor. Esto puede derivar en fallos como humos negros, pequeños fuegos en la parte trasera, o que deje de funcionar el aire acondicionado.Este fallo que sufrió el autobús urbano el domingo tampoco se produjo en las cuestas que tiene Jerez, que si bien no son muchas, sí tienen una cierta pendiente que obliga a los vehículos a un sobreesfuerzo, especialmente si viene de parado. Por eso, el semáforo de la cuesta de la Alcubilla, de Cuatro Caminos a la Alameda Vieja, es uno de esos 'puntos negros' para muchos autobuses.Un autobús 'de Madrid'Pero en esta ocasión se ha tratado de un fallo de motor que, en cualquier caso, no es baladí, como sabe cualquier propietario de vehículos: la caja de cambios.En concreto, el modelo es un Iveco Pegaso de los adquiridos en Madrid hace 13 años a la capital madrileña, donde fueron jubilados y vendidos en 2013. Jerez los adquirió para solventar una urgencia durante la crisis de los autobuses en aquel mandato. Son los autobuses que acumulan más arreglos año tras año por ser de lo más antiguo, vehículos que, a menudo, como pueden comprobar muchos jerezanos, sueltan una gran cantidad de humo negro cuando arrancan en cualquier semáforo o parada.