Bogotá reduce su cartera tributaria por primera vez desde 2019

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Por primera vez en cinco años, Bogotá logró una reducción nominal en su cartera tributaria. Así lo reveló Ana María Cadena, secretaria de Hacienda Distrital, al presentar los avances de gestión fiscal del primer semestre de 2024, donde resaltó que el descenso# marca un punto de quiebre respecto a una tendencia de crecimiento sostenido en las obligaciones fiscales no pagadas desde 2019.En cifras, la cartera de la ciudad pasó de $5,3 billones en 2019 a un máximo de $12,7 billones en 2023. Sin embargo, en 2024 se logró revertir esa tendencia, gracias a una mezcla de mayor eficiencia en cobro y una flexibilización en las condiciones para facilitar los pagos por parte de los contribuyentes.Puede interesarle: ¿Habrá paro camionero indefinido? Esto dice gremio de transportadores de cargaAunque no se especificó el monto final de la cartera actual, la Secretaria de Hacienda Distrital resaltó que esta disminución, además de histórica, es clave para las finanzas locales; máxime en momentos en los que la ciudad necesita recursos para impulsar el desarrollo de las regiones.“Es la primera vez que logramos una reducción nominal de la cartera desde que tenemos estas cifras. Este es un mensaje importante que queremos seguir repitiendo: la gestión que está haciendo la Secretaría de Hacienda es clave para que Bogotá tenga recursos disponibles para financiar sus proyectos estratégicos”, afirmó Cadena.Impuestos.Archivo EL TIEMPOUno de los principales motores de esta mejora ha sido la recuperación efectiva de cartera vencida. Mientras en 2023 se recaudó $1 billón por este concepto, en 2024 la cifra alcanzó casi $1,5 billones, lo que representa un aumento del 50% en un solo año. Esta recuperación, según Cadena, no solo mejora el flujo de caja de la ciudad, sino que también le da margen fiscal al Distrito para avanzar en obras y programas prioritarios.A la fecha, el recaudo de cartera acumulado en 2024 asciende a $423 mil millones. Sin embargo, la Secretaría espera un repunte significativo en el segundo semestre, cuando vencen los plazos para el pago de dos tributos clave, como son el impuesto predial y el de vehículos. Ambas obligaciones suelen concentrar un alto volumen de pagos, lo que, históricamente, eleva la recuperación en el segundo semestre del año.Consulte también: Más impuestos sin austeridad: las críticas que le llueven al Marco Fiscal 2025“Ante este panorama, la Secretaría ha venido afinando su estrategia. Uno de los cambios más relevantes fue la reducción del requisito de cuota inicial para acogerse a facilidades de pago. Tradicionalmente, los contribuyentes debían aportar el 30% de la deuda para acceder a un acuerdo con el Distrito. En 2024, esa exigencia bajó al 10%, lo que ha incentivado a más ciudadanos a regularizar su situación tributaria”, acotó.Ana María Cadena agregó que “estamos convencidos de que facilitar el acceso a las facilidades de pago es un paso clave. Las personas quieren pagar, pero a veces no tienen el margen para hacerlo bajo las condiciones anteriores. Esta flexibilización ya ha dinamizado la formalización de acuerdos”.Ana María Cadena, secretaria de Hacienda de BogotáCortesía.El objetivo de la entidad es seguir promoviendo una cultura de pago que se base no en la coerción, sino en la posibilidad real de cumplir con las obligaciones fiscales sin afectar la estabilidad financiera de los hogares y empresas.Con una cartera históricamente alta, una tasa de interés elevada en años anteriores y una recuperación económica aún en marcha, la Secretaría de Hacienda enfrenta el desafío de mantener este buen ritmo de recaudo en un entorno aún complejo. No obstante, los resultados del primer semestre muestran que una estrategia de gestión activa y más flexible puede tener efectos concretos sobre la sostenibilidad fiscal de la ciudad.La apuesta ahora está en consolidar esta tendencia en la segunda mitad del año, momento clave para el cierre fiscal del 2024, ya que si se cumplen las metas, Bogotá no solo cerraría con una reducción sostenida de su cartera, sino también con una mayor capacidad de ejecución presupuestal para 2025.