Ministro de Trabajo, Antonio Sanguino. Foto: MinTrabajo. Aunque el Senado ya aprobó el 75 % de la reforma laboral, el tramo restante no es menor: contiene los puntos más sensibles e innegociables para el Gobierno Petro.Así lo advirtió el ministro del Trabajo, Antonio Sanguino, quien aseguró que ese 25 % aún pendiente representa más del 60 % del «ADN» de la reforma.“No es simplemente que falte el 25 % del articulado. Ese porcentaje concentra los temas más álgidos, las líneas rojas del Gobierno. Es decir, los puntos que consideramos innegociables si de verdad queremos entregar una reforma laboral seria y transformadora”, afirmó el ministro.Uno de los temas centrales es la jornada laboral. Sanguino fue enfático en que el Gobierno no permitirá cambios que la flexibilicen en detrimento de los derechos adquiridos por los trabajadores. “La humanidad, en 1919, cuando se creó la Organización Internacional del Trabajo, instituyó la jornada de ocho horas. Ha pasado más de un siglo desde entonces, como para que ahora, en nombre de la modernización o la flexibilidad, se propongan ideas creativas que terminan desdibujando ese derecho”.El Ministro del Trabajo @AntonioSanguino a reafirmado que “a voto Limpio no se puede castigar ni vulnerar los derechos laborales de los y las trabajadoras”. pic.twitter.com/IqxXFWVPnR— MinTrabajo (@MintrabajoCol) June 13, 2025El ministro advirtió que propuestas como el trabajo por horas o modelos de cuatro días laborales por tres de descanso, aunque suenen atractivos, implican jornadas extendidas de hasta 12 horas sin pago de horas extras ni recargos nocturnos o dominicales, lo cual es inaceptable para el Gobierno.“Proponer esas fórmulas sin garantías laborales básicas como recargos por trabajo en domingos, festivos o en la noche es retroceder en derechos fundamentales. Si se quieren establecer recargos, que se haga sin restricciones, como corresponde”, enfatizó.Sanguino reconoció que aún hay temas por debatir y decidir, y advirtió que el desenlace podría darse por dos caminos: el del consenso o el de la votación pura, con el riesgo de que el proyecto pierda su esencia. “Cuando digo que se pierda, no hablo solo del Gobierno, sino de los trabajadores. La otra opción es buscar fórmulas de consenso, que deben explorarse hasta el último momento”.El ministro insistió en que sí es posible conciliar las posiciones inamovibles del Gobierno con las de otras fuerzas políticas, siempre que las concesiones se hagan sobre aspectos no sustanciales. “Esa ha sido y seguirá siendo la disposición del Gobierno hasta el final del debate. Y recordemos que este debate no termina con la plenaria: luego viene la conciliación”.No obstante, Sanguino advirtió que, si no se logran acuerdos en esta etapa del Senado, la conciliación con la Cámara será muy difícil, debido a la magnitud de las diferencias. “Si hay acuerdos, habrá conciliación. Si no los hay, la reforma —o lo que resulte aprobado— quedará en riesgo”, concluyó.Por otra línea, el presidente Gustavo Petro ha revivido el fantasma de la Asamblea Constituyente. En su cuenta de X escribió: “Si en el Congreso no se puede hacer consensos, que no sea pasando por encima de los derechos del pueblo trabajador, no hay otra forma de hacerlo, que convocando al soberano popular que he solicitado en forma de una consulta popular, solo para ordenar una reforma laboral, con las mismas palabras y argumentos que firmó el entonces ministro Humberto de la Calle. Si tampoco el estado colombiano lo permite, claro que ya no queda sino el poder constituyente. que no convoco yo, sino el mismo pueblo, con su voto”.