El ataque sin precedentes lanzado por Israel el viernes contra instalaciones nucleares en Irán golpeó varias infraestructuras clave del programa atómico de la República Islámica. Sin embargo, expertos consultados por la agencia AFP estiman que los daños provocados hasta ahora no afectan de forma determinante el avance técnico iraní.Puede ver: Telefónica acuerda venta de su filial en Ecuador a Millicom por 330 millones de eurosLa ofensiva, que podría extenderse según el gobierno israelí, fue justificada por el primer ministro Benjamin Netanyahu al declarar que Irán se acercaba a un “punto de no retorno” en su camino hacia la obtención de un arma nuclear. “La operación durará tantos días como sea necesario”, señaló Netanyahu el viernes.Ali Vaez, investigador del International Crisis Group, afirmó que “Israel puede dañar el programa nuclear iraní, pero es poco probable que pueda destruirlo”. Según explicó, las capacidades actuales de Israel no le permiten alcanzar las instalaciones nucleares más protegidas como Natanz y Fordo, ambas construidas en profundidad. “Para ello necesitaría la asistencia militar estadounidense”, coincidió Kelsey Davenport, experta del Arms Control Association.El Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) confirmó, basándose en datos proporcionados por las autoridades iraníes, que el ataque “destruyó” la parte superficial del centro de enriquecimiento de uranio de Natanz, ubicado en el centro del país. Imágenes satelitales respaldan esa información. El Instituto para la Ciencia y la Seguridad Internacional (ISIS), una organización estadounidense especializada en proliferación nuclear, calificó esta destrucción como “significativa”.También lea: Nuevo balance: al menos 279 personas murieron accidente de avión de Air IndiaIsrael lanzó ataques la madrugada de este sábado contra objetivos militares en Irán.AFPEl mismo informe advirtió que los ataques al suministro eléctrico podrían provocar “graves daños” a las centrifugadoras utilizadas para enriquecer uranio si las baterías de reserva se agotaran. Según sus cálculos, la planta de Natanz “no podrá operar durante cierto tiempo”.La instalación subterránea de Fordo, situada al sur de Teherán, también fue blanco de los ataques. No obstante, las autoridades iraníes señalaron que los daños fueron menores. Otra planta afectada fue la instalación de conversión de Isfahán, también en el centro del país, donde se presume que se almacenan grandes reservas de uranio altamente enriquecido. Actualmente no se conoce con certeza el estado de estas reservas. “Si Irán consigue transferir algunas de ellas a instalaciones secretas, Israel habrá perdido la partida”, advirtió Vaez.El OIEA informó que no se detectaron aumentos en los niveles de radiación alrededor de las instalaciones atacadas. “Hay muy pocos riesgos de que los ataques a las instalaciones de enriquecimiento de uranio provoquen emisiones radiactivas peligrosas”, sostuvo Davenport. No obstante, señaló que un ataque a la planta nuclear de Bushehr, en el sur del país, sí podría tener “graves consecuencias para la salud y el medio ambiente”. En ese sentido, el director general del OIEA, Rafael Grossi, afirmó que los emplazamientos nucleares “nunca deben ser atacados, sea cual sea el contexto o las circunstancias, ya que podría perjudicar a la población y al medio ambiente”.Puede interesarle: ¿Qué dio inicio al cruce de ataques entre Israel e Irán?: detalles del conflictoConflicto entre Israel e IránAFPDesde la retirada de Estados Unidos del acuerdo nuclear en 2018, Irán se ha apartado progresivamente de sus compromisos y ha incrementado el nivel de enriquecimiento de uranio muy por encima del 3,67% fijado en el pacto. Según un informe del OIEA de mediados de mayo, Irán posee 408,6 kg de uranio enriquecido al 60%, cercano al 90% necesario para fabricar un arma nuclear. El organismo también señaló que Irán es actualmente el único Estado sin armas nucleares que produce este tipo de material.El OIEA indicó no tener “indicios creíbles de un programa nuclear estructurado” destinado al desarrollo de armas, como sí existió en el pasado. Irán rechaza tener ambiciones militares en este ámbito. “Hasta ahora, los costes relacionados con la militarización superaron a los beneficios. Pero ese cálculo podría cambiar en las próximas semanas”, observó Davenport.“Los ataques israelíes hicieron retroceder a Irán a nivel técnico, pero políticamente lo acercan a las armas nucleares”, agregó. Asimismo, señaló que existe “un riesgo real de desvío de uranio enriquecido”, lo que podría “pasar desapercibido durante semanas”, ya que los actuales ataques impiden el acceso de los inspectores del OIEA a las instalaciones afectadas.PAULA GALEANO BALAGUERAPeriodista de Portafolio