Acceder a la universidad es, para millones de jóvenes en todo el mundo, uno de los pasos más importantes de su vida académica. Pero, aunque el objetivo es común, estudiar una carrera y formarse para el futuro laboral, el camino para lograrlo varía considerablemente según el país. En España, por ejemplo, la PAU (antigua Selectividad) es la llave de acceso al sistema universitario . En otros lugares, sin embargo, el proceso puede diferir tanto en formato como en filosofía. Es el caso de Finlandia , un país conocido por su sistema educativo de excelencia y por su enfoque pragmático hacia el acceso a estudios superiores. Para explicar cómo se accede a la universidad en el país nórdico, una española que decidió mudarse allí hace doce años ha compartido en su cuenta de TikTok, 'anna.matea', un vídeo en el que detalla paso a paso cómo funciona el sistema finlandés y qué lo hace tan diferente al español . En primer lugar, la creadora de contenido enumera lo que, a su juicio, consigue este modelo educativo: se evita el desempleo entre los titulados universitarios, se garantiza una formación de alta calidad, se cumplen los objetivos nacionales del mercado laboral y se mantienen sostenibles los costes de la educación pública. Los estudios, de hecho, son completamente gratuitos. «Solo se paga la unión de estudiantes, entre 50 y 100 euros al año» , detalla. La influencer señala que, en Finlandia, el profesorado es una de las profesiones más respetadas de la sociedad. Ser maestro es sinónimo de prestigio y no cualquiera puede acceder a estos estudios. «El proceso para entrar en Magisterio o en cualquier otra carrera en la universidad es el siguiente» , dice antes de explicarlo paso a paso. Todo comienza cuando un estudiante se gradúa del 'Lukio', lo que en España sería el Bachillerato. En ese momento, obtiene una nota final. Pero aquí es donde aparece una de las grandes diferencias: «En Finlandia la Selectividad no existe, cada universidad tiene su propia prueba de acceso» , señala. Estas pruebas no son genéricas, ni iguales para todos los estudiantes. « No es una prueba de acceso general. Es una prueba de acceso hecha a medida para esos estudios en los que tú estás interesado cursar . Es decir, que el que quiere estudiar Magisterio tendrá una prueba de acceso hecha a medida en una de estas universidades. Solo los que tengan la mejor nota entrarán», advierte. La clave del sistema finlandés reside en que la universidad solo ofrece tantas plazas como profesionales se van a necesitar . Es decir, no se forman más estudiantes de los que el país puede absorber laboralmente. Tras esta revelación, la española introduce un ejemplo ficticio para ilustrar el funcionamiento del modelo: «Nos vamos a imaginar que en Finlandia hacen falta 100 maestros». Entonces, se abren solo 100 plazas para estudiar Magisterio. Y el acceso es altamente competitivo: «Solo los 100 mejores entrarán en la carrera», señala. Un sistema que puede parecer exigente, incluso duro, pero que garantiza dos cosas: calidad formativa y empleabilidad real. En lugar de generar titulados sin salida laboral, las universidades finlandesas priorizan formar solo a aquellos estudiantes que demuestran una alta motivación y preparación . «No estoy abriendo ningún debate, solo os estoy contando cómo es», concluye la española, dejando claro que su intención no es juzgar ningún modelo, sino informar sobre una realidad muy distinta a la que estamos acostumbrados.