La nueva forma promocional, pública y quizás errónea de llamar a la ciudad de Cádiz

Wait 5 sec.

El lenguaje es una entidad viva y cambiante, inquieta, sobre todo cuando es popular. Es lo que argumentan sus expertos guardeses cuando las expresiones más coloquiales terminan por saltar a los diccionarios y al papel (el que queda) con mayor o menor polémica.La ciudad de Cádiz registra un pequeño episodio similar y menor. En el caso gaditano (nunca gadita) los que dan formalidad a la expresión no son académicos ni estudiosos. Son simplemente responsables de empresas -hotelera en este caso- y dirigentes municipales.Las formas de referirse a Cádiz, como a cualquier lugar, cambian según el contexto social, el momento y la época. Así, el célebre Cai de la canción de Niña Pastori-Alejandro Sanz apenas tiene uso cotidiano más que en exaltaciones pasajeras o en composiciones flamencas o carnavalescas.Varias formas de referirse a CádizCadi es el sonido más común, absolutamente mayoritario, que se emplea a diario en las conversaciones reales y espontáneas de nativos y residentes. En las últimas semanas ha dado el salto al campo formal (al menos a la letra impresa y la imagen pública) otra fórmula. Es conocida pero adquiere nuevo uso. La figura literaria que utiliza puede ser calificada como aliteración (repetición de sílabas para conseguir un efecto determinado) o epífora (repetición de la palabra completa con el mismo fin).El ejemplo que ponen todas las enciclopedias (ya digitales, claro) es el de comerse un buen bocadillo pero "de pan, pan con jamón, jamón" o salir de ver una película que es "cine, cine". El objetivo es recalcar la excelencia o autenticidad del sustantivo reiterado.Cartel en el estadio Nuevo Mirandilla.  REYNA En el caso del nuevo nombre de Cádiz, el modismo adopta esa técnica pero de forma aparentemente errónea. Pretende citar a la ciudad entera con la repetición del nombre que hasta ahora sólo se refería a una parte, la vieja. Esta nueva fórmula pública (Cadi Cadi) nació hace mucho para designar sólo su zona original: el casco antiguo comprendido dentro del viejo recinto amurallado que limitan las Puertas de Tierra.Un cartel que induce a errorUn cartel publicitario de grandes proporciones en el estadio Nuevo Mirandilla, donde se construye un hotel de cuatro estrellas del grupo granadino Luna, da la bienvenida a los futuros clientes a Cadi Cadi cuando está en la parte nueva de la ciudad.No está en Cadi, mucho menos en Cadi Cadi aunque cabe pensar que no quiere mandar a los usuarios al centro. Mal negocio haría. Con pocas semanas de diferencia, el cartel y la programación de las fiestas del Orgullo Lgtbi 2025 organizadas por el Ayuntamiento utilizan el mismo giro.Presentadas a inicios de este mes de junio dicen, escriben, que son las celebraciones "de Cadi Cadi" cuando son las de toda la ciudad y también están abiertas, faltaría más, a la participación de los vecinos de Extramuros (llamados beduínos en el argot local).Una historia recienteLa figura Cádiz o Cadi como referencia exclusiva al centro urbano apareció en el último tercio del siglo XX, con el crecimiento urbanístico de Extramuros, para distinguir la ciudad histórica de la nueva. Y ni siquiera es propia de los gaditanos.Muchos habitantes en Triana, u otros barrios, también dicen que "vienen de Sevilla" o "van a Sevilla" cuando hablan de la parte histórica y central. En Málaga sucede con los barrios periféricos, como en muchas localidades especialmente andaluzas.Aún hoy los gaditanos o residentes mayores se refieren a "ir a Cádiz" o "venir de Cádiz", sin repetir nombre, para identificar de forma concreta esa parte antigua. Con el tiempo -medio siglo- la palabra se convirtió en repetición, en aliteración, sin cambiar de significado. Ya sean dos veces o una, todos saben de lo que hablan cuando dicen Cadi dentro de Cádiz: lo que hay a partir de las Puertas de Tierra.La fuerza publicitaria y promocional parece ahora dispuesta a conseguir que Cadi Cadi sea más grande dentro de su pequeñez, que se convierta en una nueva denominación de la totalidad de la ciudad, sin distinguir entre una parte u otra. Habrá que esperar unos años, quizás basten unos meses, para saber si logra su empeño o los nombres coloquiales mantienen los límites geográficos conocidos hasta 2025.