Sector lácteo enfrenta varios desafíos en Colombia como el auge de las importación. Imagen: Bolsa Mercantil de Colombia. La Bolsa Mercantil de Colombia presentó un reciente estudio sobre el estado actual del sector lácteo en Colombia, en el que identifica los principales retos que afronta esta cadena productiva a nivel nacional e internacional.Aunque en el país esta actividad agrícola representa el 9,3 % de la industria alimentaria y genera más de 20.500 empleos, enfrenta varios desafíos, como la disminución en el consumo y elevados costos de producción.Entre 2021 y 2023, el consumo per cápita de leche disminuyó 9,3 % en Colombia, pasando de 162 a 147 litros por persona al año. Asimismo, los costos de producción aumentaron 58,1 % entre 2020 y 2023.Particularmente, la caída en el consumo se atribuye no solo a una reducción del ingreso disponible en los hogares, sino también a la creciente oferta de productos sustitutos, como las bebidas vegetales“La leche sigue siendo un alimento esencial, con valor nutricional y cultural para millones de colombianos, pero el sector enfrenta condiciones de mercado cambiantes que requieren soluciones modernas”, señaló María Inés Agudelo Valencia, presidenta de la Bolsa Mercantil.Las importaciones de leche: un reto para ColombiaLa creciente competencia externa es otro de los temas más complejos para la industria nacional de la leche.Según la información de la Bolsa Mercantil de Colombia, entre 2014 y 2023, las importaciones de leche y derivados crecieron más de 160 % en volumen y 120 % en valor. Solo en 2023, Colombia importó 50.000 toneladas de leche en polvo, equivalentes al 18 % del acopio formal.Recomendado: Asoleche y MinAgricultura presentaron estudio del sector: tendencias, hábitos y oportunidadesEn este contexto, Estados Unidos se ha consolidado como el principal vendedor de estos productos al representar 55 % del total.“A medida que avanzan los tratados de libre comercio con Estados Unidos y la Unión Europea, la eliminación progresiva de aranceles a productos como la leche en polvo y el queso amplifica los retos para la producción nacional”, sugiere la investigación.Es por esto que el estudio destaca la necesidad de avanzar hacia un modelo de producción más eficiente, competitivo y conectado con las nuevas dinámicas de consumo y comercio.En el mundo -de acuerdo con la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE)- la mayor parte de los productos lácteos se consume en los mercados internos. Solo entre 1 % y 2 % de la producción mundial de leche fresca y procesada se comercia a nivel internacional, principalmente debido a su carácter perecedero y alto contenido de agua, que supera el 85 %. Por esta razón, el comercio internacional de leche se concentra principalmente en productos lácteos procesados. “Entre 2014 y 2023, las exportaciones mundiales de lácteos aumentaron 8,4 % en términos de valor, aunque las cantidades exportadas disminuyeron 7,2 %. Esta caída estuvo influenciada por una reducción en las exportaciones de leche fresca (-16,4 %), leche líquida procesada (-14,4 %) y suero (-11,6 %)”, apuntó el estudio de la BMC.A nivel global, Alemania se destaca como el principal exportador de leche fresca, alcanzando un valor de US$1.695 millones en 2023. Por su parte, Nueva Zelanda se posiciona como el mayor exportador de productos lácteos procesados, con un total de US$11.305 millones, compuesto principalmente por leche en polvo (53,2 %) y mantequilla (23,6 %).*¿Qué se está haciendo en Colombia?*Ante este panorama, el mercado de compras privadas y el incentivo al almacenamiento —operados por la Bolsa Mercantil— han sido algunos de los instrumentos para apoyar al productor.A través del mercado de compras privadas, la Bolsa facilitó operaciones por más de $31.000 millones en leche líquida y en polvo durante 2024. Al mismo tiempo, el programa de almacenamiento permitió acreditar compras por cerca de 14.000 toneladas de leche cruda a cientos de productores, promoviendo su transformación y conservación para abastecer mercados institucionales.Y es que, como afirma Agudelo, “a medida que avanzan los tratados de libre comercio con Estados Unidos y la Unión Europea, la eliminación progresiva de aranceles a productos como la leche en polvo y el queso amplifica los retos para la producción nacional, por lo que la articulación entre política pública, mercado y herramientas financieras es fundamental”.