El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, preguntó este martes desde Molina de Aragón, la zona más despoblada de la provincia de Guadalajara, ¿por qué el Levante ya no reclama el trasvase del Ebro y, en cambio, persiste con el del Tajo, al que «machacan»? Y en el caso de que así lo hicieran, añadió que apoyaría a Aragón y Cataluña en la defensa de sus intereses. Page también expresó su deseo de «trabajar» para que en España se logre «un gran Pacto Nacional del Agua», pero afirmó que Castilla-La Mancha «tiene la mitad de regadío» que el Levante, la zona «a la que cedemos el agua». Y, además, «somos la región de Europa que lo gestiona de la forma más eficiente». Mientras, el presidente de las Cortes regionales, Pablo Bellido, reivindicó el fin del trasvase Tajo-Segura y que, de una vez por todas, «se cumplan las sentencias que hemos ganado en los tribunales» para que se respeten una caudales ecológicos mínimos. Estas declaraciones se produjeron en el cierre del acto de entrega de los Premios Regionales de Medio Ambiente , celebrado en un Parador Nacional de Molina de Aragón que está de estreno y del que recordó que existe porque el entonces presidente del Gobierno Zapatero se comprometió con Barreda, al frente de la Junta, allá por 2005 y tras el desastre del incendio de Riba de Saelices en el que murieron once personas. «Quiero una defensa del medio ambiente por las buenas», explicó Page, asegurando que «vamos a favorecer a las empresas que se manifiestan con una producción sostenible» y convencido de que «los estímulos económicos» funcionan mejor que «las multas». Asimismo, aprovechó para exponer que el Alto Tajo cumple 25 años como parque natural y es un ejemplo de «crecimiento, gestión turística, gestión ambiental y mantenimiento de las zonas despobladas». «Parece mentira que sea el mismo río que pasa por Toledo o Talavera de la Reina», había comentado antes Mercedes Gómez, consejera de Desarrollo Sostenible. La Asamblea Regional de Murcia aprobaba este martes, a propuesta del Partido Popular, la creación de una Comisión Especial de Estudio sobre la situación del trasvase Tajo-Segura ante el cambio de las reglas de explotación del acueducto. La iniciativa parlamentaria de los populares salió a delante con el voto de sus 19 diputados y las 21 abstenciones de los parlamentarios del PSOE y de Vox. Podemos votó en contra de la creación de la citada Comisión. El portavoz 'popular' señalaba que la iniciativa busca conocer «el coste» de la reducción de las aportaciones . «Cuántos empleos se perderán», citó como ejemplo, Joaquín Segado. Por su parte, los socialistas acusaron al PP de utilizar la Cámara para seguir con «el paripé del agua» y Vox exigió al PP que se comprometiera a que sus responsables nacionales, incluido Alberto Núñez Feijóo , comparecieran en esta Comisión.