El Gobierno obliga a los regantes de Almuñécar a pagar ocho millones para proseguir una obra en la que perdió dinero europeo

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La presa de Rules terminó de hacerse en 2004 y desde entonces se lleva hablando de la necesidad de canalizar el agua mediante un sistema de tuberías de manera que sirviera tanto para los regantes de la Costa Tropical de Granada , siete mil hectáreas famosas por sus aguacates, mangos y chirimoyas, como para garantizar, junto a la cercana presa de Béznar, el consumo en localidades como Almuñécar, Salobreña o Motril . De unas 350.000 personas. Sin embargo, las canalizaciones todavía no se han hecho. Es una obra de gran envergadura, eso nadie lo niega, pero sólo en uno de los once tramos o desglosados en los que se ha dividido se está relativamente cerca de que finalice. Mientras tanto, Rules, que tiene una capacidad de 111 hectómetros cúbicos, sirve para bien poco. Llena los acuíferos en la zona de Almuñécar, pero poco más. De ahí que muchos se refieran al embalse como la mayor piscina de Europa. La obra corre a cargo, principalmente, del Gobierno central. Entre 2004 y 2025 ha habido varios ejecutivos de distinto signo y la situación siempre se ha caracterizado por la crítica sistemática de quien estaba en la oposición hacia quien mandaba. Lo que no quita para que la comunidad de regantes del Bajo Guadalfeo , que agrupa a 48 colectivos, estén ahora más hartos que nunca. Joaquín Montes representa a más de dos mil regantes de la Junta Central de Usuarios en la zona de Almuñécar. Conoce el tema a fondo, sabe cuál es el cometido de cada uno de los once desglosados, pero para el caso prefiere centrarse en dos, los que fueron considerados prioritarios. Y en la diferencia de trato que han recibido. El desglosado número 9 se consideró fundamental porque tiene una doble finalidad: el riego de los cultivos en la zona de Salobreña y el abastecimiento de agua potable en ese municipio, que ahora se garantiza por acequias. Por ese motivo se acometió antes que los demás y las previsiones apuntan a que estará listo en junio de 2026. Su presupuesto es de 80 millones de euros. Ese dinero procede en buena parte de los fondos europeos Next Generation . Del coste total de la intervención, lo que se acordó fue que los regantes sólo tuvieran que aportar el 20%, y para más facilidad, la Junta de Andalucía les adelantó la mitad de ese dinero. Se podría decir que, con matices, todo bien por ahí. El desglosado número 3 también se consideró primordial, porque su cometido es captar aguas a través de la llamada tubería negra, en Béznar, hasta la cuenca del río Verde, que abarca Almuñécar y La Herradura, donde ahora se recurre a los acuíferos y en años de sequía han estado sobreexplotados. Hay que decir, llegados a este punto, que aunque se hable de Béznar y Rules como presas distintas, que lo son, también están en cierto modo conectadas, de modo que las dos sirven para las funciones citadas: riesgo y consumo humano. Pese a que ese desglosado se priorizó, las obras allí ni siquiera han empezado. Los 55 millones de euros que iba a aportar Europa a través de los Next Generation no llegaron. En este punto, Joaquín Montes tiene clarísimo que el actual Gobierno central no los gestionó bien , de manera que se devolvieron. Y ahora, ese mismo Gobierno les pide a los regantes que los 55 millones los pongan ellos. «No han sido hábiles y esa falta de competencia por su parte, el que no hayan hecho bien las cosas, lo tenemos que pagar nosotros», lamenta el directivo, que resalta que, si ahora el metro cúbico de agua les cuesta entre 0,60 céntimos y un euro, con lo que cueste la obra se les pondrá a 1,30. «Es una situación insoportable ». Los problemas se les multiplican. Por un lado, no tienen esos 55 millones. La sociedad mercantil estatal Aguas de las Cuencas de España, ( Acuaes ), aporta la mitad, vale, pero pese a eso no les salen las cuentas. «Vamos a tener que hacernos unos fijos en las colas de los bancos, a ver si así conseguimos financiación», ironiza. Pero es que no queda la cosa ahí. El Gobierno les pide un aval de ocho millones para continuar una obra hídrica que el mismo Ejecutivo consideró «indispensable». Eso ocurrió el pasado mes de marzo y, ante las protestas, Acuaes reculó y dijo que se trataba sólo de un proyecto, de un borrador. Joaquín Montes aclara que no es así, que han insistido en que tienen que pagar ellos. «De haber entrado esa obra en la financiación europea, ya estaría en marcha y nosotros, como en el otro caso, sólo habríamos tenido que poner el veinte por ciento, y probablemente la Junta también nos habría adelantado la mitad. Nada de eso ha sucedido, por culpa de la incapacidad del Gobierno », insiste. Todo eso, por no hablar de cuántos años más estarán sin canalizaciones. El desglosado 3 «está en el limbo» y mientras tanto ellos reciben «poca agua, mala y cara», y ven encima cómo un montón de preciado líquido se va al mar cada segundo. Su situación, aventura, puede prolongarse otros cinco años . En cuanto a los otros nueve desglosados, que no fueron considerados prioritarios, se desconoce cuándo estarán las obras finalizadas. «Si el que era fundamental está en el limbo , los otros, que todavía están en periodo de ejecución de proyectos, ni se sabe. Todavía les quedan la licitación, la adjudicación y la obra en sí», finaliza. Acuaes, por su parte, afirma que en los últimos meses ha mantenido dos reuniones con los regantes de la zona en las que ha acordado que adelantaría el dinero para hacer el desglosado 3 (presupuestado en 55 millones) y que los regantes tendrían que devolver su parte en un plazo de treinta años, contando desde la finalización de la obra. Es algo que también ha confirmado el delegado del Gobierno en Andalucía, Pedro Fernández .