Desde su residencia en el exilio en la ciudad india de Dharamsala, el Dalái Lama confirmó que la institución continuará tras su muerte. “La institución del Dalái Lama continuará”, expresó Tenzin Gyatso, actual líder espiritual del budismo tibetano, quien este domingo cumplirá 90 años y aseguró que su estado de salud es favorable.(Vea: Nicolás Maduro se reunió con delegación colombiana en Caracas: ¿de qué hablaron?)Con esta declaración, el líder tibetano rechazó las versiones que sugerían el fin de la figura del Dalái Lama al término de su vida. También ratificó que su sucesión seguirá los procedimientos tradicionales del budismo tibetano, basados en la creencia de la reencarnación.Según las prácticas religiosas, la elección del próximo Dalái Lama implica un proceso que comienza tras la muerte del actual líder espiritual. En ese momento, los altos lamas entran en un periodo de contemplación para interpretar señales y visiones que permitan ubicar el lugar de nacimiento de la nueva reencarnación.(Vea más: 'Influencer', de 19 años, detenido tras aterrizar sin permiso en la Antártida)El actual Dalái Lama fue identificado cuando tenía dos años, luego de reconocer pertenencias de su predecesor. Ese episodio, documentado en su biografía oficial, fue considerado una prueba clave por los monjes encargados del proceso. Su hallazgo estuvo precedido por visiones místicas y rituales que señalaron su localización en una remota aldea del noreste del Tíbet.Una vez identificado un candidato, se realizan pruebas adicionales para confirmar la reencarnación. El niño debe reconocer objetos del anterior Dalái Lama y demostrar coincidencias con las señales previstas por los lamas. Tras ser reconocido, inicia su formación espiritual y filosófica, que culmina con la ceremonia de entronización.(Lea: Trump afirma que 'no hubo ningún progreso' sobre Ucrania, tras llamada con Putin)Tenzin Gyatso, líder espiritual del budismo tibetano, Dalái Lama.EFEEl proceso se desarrolla en medio de tensiones geopolíticas. Desde su exilio en 1959, el Dalái Lama mantiene una relación distante con el gobierno chino, que lo considera un líder separatista. Pekín prohíbe su imagen y restringe cualquier manifestación pública de culto hacia él dentro del territorio tibetano.(Vea también: Dalái lama define cuál será la ruta para encontrar su reencarnación)La disputa se centra ahora en la elección del próximo Dalái Lama. El líder espiritual tibetano ha señalado que su reencarnación no nacerá bajo control chino, sino en un “país libre”, según lo expresó en su libro publicado en marzo. La responsabilidad de identificar al próximo Dalái Lama recaerá en la fundación Gaden Phodrang Trust, creada en 2011 por el propio Tenzin Gyatso.Por su parte, China insiste en que la designación del sucesor debe contar con la aprobación oficial del gobierno, mediante un procedimiento instaurado por los emperadores Qing en el siglo XVIII. Las autoridades chinas argumentan que la tradición debe respetar la soberanía nacional y han advertido que cualquier proceso no autorizado carecerá de legitimidad.(Lea más: Quiénes son los políticos de EE. UU. que estarían interfiriendo en asuntos colombianos)Tenzin Gyatso, líder espiritual del budismo tibetano, Dalái Lama.EFEEl antecedente del Panchen Lama, la segunda figura en importancia dentro del budismo tibetano, agrava la controversia. En 1995, el Dalái Lama reconoció a un niño como la reencarnación del Panchen Lama, pero el menor fue detenido por las autoridades chinas, que designaron a otro candidato. La desaparición del niño original y la imposición de un Panchen Lama respaldado por Pekín provocaron un amplio rechazo entre los tibetanos.(Vea: EE. UU. aprobó Ley presupuestaria de Trump: sus principales partidas y usos)La sucesión podría dar lugar a la existencia de dos Dalái Lamas: uno identificado por los seguidores del actual líder y otro aprobado por China. “En el futuro, si ven que aparecen dos Dalái Lamas, uno desde aquí, en un país libre, y otro elegido por China, nadie respetará al segundo”, declaró Tenzin Gyatso en una entrevista en 2019.India, que alberga al Dalái Lama y a miles de tibetanos en el exilio, observa con atención el desenlace del proceso sucesorio, al igual que Estados Unidos, cuyo Congreso aprobó en 2020 una legislación que respalda la libre determinación del líder espiritual tibetano.(Lea: La Nasa lo confirmó: cómo una represa en China pudo alterar la duración de los días)El destino de la sucesión mantiene en vilo tanto a la comunidad budista como a los gobiernos involucrados, mientras la figura del Dalái Lama continúa como eje central en la disputa entre religión, política e identidad cultural.