Los extranjeros que se instalan en España viven a diario, y en múltiples escenarios, un sinfín de choques culturales , que pueden empezar en la comida en un bar o supermercado y acabar con las persianas e interruptores o los horarios del trabajo y el colegio o la atención pública médica . Ahora, una joven venezolana afincada en España acaba de viralizarse con un vídeo con las «cosas pequeñas» que ha descubierto aquí y que ama. Ella es Fabiola Brito, una venezolana que emigró de allí en 2021 y que ahora vive en Valencia y suele contar su día a día en su TikTok @faby.boo1 . Así, entre sus vivencias más populares está su explicación de cómo es el verano aquí , las palabras y expresiones españolas que ya usa a diario o qué tipo de personas se ha encontrado aquí. En su último vídeo popular, que supera ya las 17.000 visualizaciones, Fabiola desvela aspectos simples a los que, confiesa, «me fui acostumbrando sin darme cuenta... y ahora no sabría vivir sin ellas ». Entre ellos, destacan las cuestiones relacionadas con la forma de ser y la actitud de los españoles. «A veces no hace falta que pasen cosas increíbles o grandes para que tú puedas sentirte bien» sino que, como empieza comentando la joven, «basta con pequeños detalles para que tu logres sentirte en paz, en armonía y en una vida más vivible». Ella recuerda que lo son «poder caminar tranquila por la calle» o ver terrazas llenas de gente porque «estaba acostumbrada a una vida del día a día en mi país de supervivencia ». Fabiola rememora que al llegar aquí en 2021 vio a la gente tan tranquila y en paz «que me sentí como en un sueño » y puntualiza que quizás ahora no lo ve tan igual por la coyuntura política y también internacional pero deja claro que, en todo caso, «me encanta ver a los abuelitos en el parque riendo, gozando...» o la gente paseando perros. «Más allá de todas estas cosas lo que más me gusta es la actitud de las personas acá», remarca ella. La venezolana explica que los españoles «suelen ser muy sinceros» y que «no andan con doble cara, no andan con hipocresía». «Ellos muestran lo que ellos de verdad sienten y esto lo valoro », añade la joven. «Al principio me chocaba mucho porque yo estoy acostumbrada a mi cultura de endulzar las cosas para poder decírselo a una persona, a no ser directo», expone dejando algunos escritos. Así, ella incide en que «aquí nadie se toma personal nada» si, por ejemplo, uno dice que no a un plan, mientras que «en Venezuela nos complicamos mucho la vida». Fabiola confiesa que «todavía tengo eso un poco metido en la cabeza y me siento mal cuando soy sincera con alguien acá» y que en alguna ocasión se ha sentido con culpabilidad y ha tenido la sensación de que es «maleducada» porque «tengo el chip todavía de que esto está mal, pero realmente no está mal ser sincero con la gente». Para acabar, pone énfasis en que si a alguien le molesta algo de tu sinceridad siguen con su vida per que en cambio allí «te dejan de hablar, te hacen la cruz , ya no te quieren ver más». Fabiola recuerda que lo que cuenta es en base a su perspectiva y a lo que ha vivido desde que está en Valencia.