El Partido Nacionalista Vasco tiene un dilema encima de la mesa. Esperará a escuchar las explicaciones del presidente del Gobierno la próxima semana en el Congreso, cuando está previsto un anuncio con medidas legislativas anticorrupción. Pero los nervios no cesan y la sensación de intranquilidad prevalece. El partido con sede en Sabin Etxea, en Bilbao, analiza ya los distintos escenarios que se pueden abrir a futuro si la trama de corrupción que lleva por nombre a Santos Cerdán no deja de escalar. La presión interna que sufren sus cargos en muchos ayuntamientos por respaldar al PSOE en estas circunstancias va en aumento. El empresariado vasco también ve insostenible la situación . Y lo que más preocupa al partido es que... Ver Más