Exámenes de varias horas, a más de 40 grados y sin aire acondicionado en muchos casos, y sin tan siquiera la posibilidad de calmar la sed. "No nos ofrecían ni agua", se han quejado algunas aspirantes a docente que realizaron el pasado sábado las pruebas de las oposiciones en Andalucía. [articles:336720]Ya contamos el fin de semana que una mujer con el periodo menstrual se vio obligada a cambiarse en la misma sala de los exámenes. No es el único caso indignante. Varias opositoras embarazadas se han quejado de que no pudieron comer ni beber nada durante horas, habiendo tenido que esperar en algunos casos más de la cuenta para comenzar los exámenes por los fallos de la propia organización. "Sin aires y sin dejar de comer a las embarazadas"Algunas quejas recogidas por Docentes Unidos Andalucía hacen referencia a la circunstancia reseñada y también se refieren a unas instalaciones que dejaban mucho que desear. Los testimonios apuntan a la falta de climatización, la precariedad de los espacios y la ausencia de medidas adecuadas para personas en situaciones especiales. "Sin aires acondicionados y sin dejar de comer a las embarazadas", ha lamentado una aspirante, reflejando el malestar generalizado ante el calor extremo vivido durante las pruebas.[articles:336832]En varios centros, según han denunciado los opositores, se han alcanzado temperaturas extremas. "Vergonzoso, y sin llevar ni siquiera agua a los que esperaron tres horas más para hacer un examen sin aire a 40 grados". Denuncian incumplimiento de la Ley de BioclimatizaciónEntre las críticas también se ha señalado el incumplimiento de la Ley de Bioclimatización, una normativa andaluza que establece condiciones mínimas de confort térmico en centros educativos. "Para que te vayas acostumbrando a dar clases a 40 grados. Es una parte del examen y no lo sabíamos", ha ironizado un opositor, aludiendo a la normalización del calor extremo como parte del proceso.[articles:336833]Otros aspirantes han denunciado filtraciones de agua en los techos y ruidos constantes durante la prueba. "Agua cayendo del techo a un cubo de fregona durante todo el examen, un sonido maravilloso", ha relatado con sarcasmo uno de ellos. En conjunto, el colectivo ha afirmado que "las instalaciones no cumplían en la mayoría con lo que se espera para un examen de tantas horas de duración", subrayando que la calidad del entorno ha quedado muy lejos del estándar mínimo exigible para una convocatoria oficial.