La explosión de la Starship 36 durante una prueba estática, ocurrida a las seis de la mañana del jueves (hora peninsular española) es un nuevo contratiempo para SpaceX, que se suma a tres anteriores. No solo compromete sus planes para desplegar la totalidad de la constelación Starlink (12.000 satélites, de los cuales se ha lanzado ya la mitad) sino que repercute también en el programa para volver a poner astronautas en la Luna.Seguir leyendo