Se las prometía muy felices el Atlético de Madrid después de encauzar su camino en el Mundial de Clubes con su victoria ante el Seattle Sounders. Pues la alegría rojiblanca ha durado unas tres horas, hasta el momento en el que se ha certificado el triunfo de Botafogo sobre el PSG, tan histórico como inesperado, que empuja a los de Simeone al abismo. Finalizada la segunda jornada, el grupo B quedó con los brasileños líderes gracias a sus seis puntos, seguidos por franceses y colchoneros, ambos con tres. De cara a la última y decisiva fecha, los dos primeros criterios de desempate si dos o más equipos finalizan empatados a puntos son: el mayor número de puntos obtenidos entre ellos y la mejor diferencia de goles resultante de sus enfrentamientos. Por ello, únicamente dos vías conducen al Atlético a los octavos de final. La primera es que el PSG no consiga la victoria ante el Seattle y que los rojiblancos mejoren el resultado de los galos. Una opción real pero altamente improbable que lleva a plantear la segunda. En caso de triunfos de los galos y los españoles se produciría un triple empate en el grupo que obligaría al conjunto colchonero a golear a Botafogo por tres tantos de diferencia o más para superarle en la clasificación.