José Antonio Jainaga, presidente de la siderúrgica Sidenor, que cuenta con un preacuerdo con el fondo británico Trilantic para adquirir hasta un 29,7% del fabricante Talgo de la mano del Gobierno vasco y dos fundaciones bancarias, condiciona ahora su desembarco en el fabricante de trenes a la irrupción en el capital de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI). Su objetivo no sería tanto añadir capital a la empresa fabricante de tres de alta valocidad, sino sobre todo dar más facilidades a la compañía para, con el aval del Estado en el accionariado, renegociar su deuda y salvar la difícil situación económica que atraviesa.Seguir leyendo....