Santi Cañizares se ha entregado en cuerpo y alma al fútbol . Lo hizo en el pasado, en su etapa de jugador, y en cierta manera sigue siendo así en la actualidad, aunque desde una perspectiva completamente distinta, la de los medios de comunicación. El exportero internacional español es uno de las voces más autorizadas. Comentarista en El Partidazo de la Cadena COPE y presente en otros espacios en Movistar Plus+ o Radio Marca , Cañete expone siempre con naturalidad su punto de vista sobre diferentes cuestiones. Más crítico en unos casos —gestión de Peter Lim al frente del Valencia—, y analítico en otros, tampoco siente demasiados problemas en hablar de su vida privada . En Radio Marca , en el programa Despierta San Francisco, en el que interviene frecuentemente, ha contado su buena relación con Unai Emery y algunos miembros cercanos al entrenador vasco del Aston Villa, pero también ha expuesto por qué, pese al vínculo estrecho con ellos, no ha optado por tirar de agenda y colocarse en el conjunto inglés como asistente o entrenador de porteros. Ni hacerlo, tampoco, en el pasado en otros conjuntos. Ahora ya con 55 años, Cañizares sostiene que todo tiene que ver con la manera en la que él ha vivido la profesión. «Cuando era jugador y me veía retirado, me gustaban todas las posiciones que veía fuera del fútbol. Entrenador, segundo entrenador, de porteros... me gustaban todas. Pero me he dedicado con tanta pasión al fútbol y de una forma tan enferma, que si continúo en el fútbol, no voy a poder vivir y voy a estar obsesionado como cuando lo estuve siendo jugador . Yo era un yonqui del fútbol», revela. Y es que el hecho de haberse apartado de esa rutina le permite, entre otras cuestiones, disfrutar de algo tan simple como un periodo de vacaciones. «A los 40 años yo nunca había cogido un avión para ir de vacaciones, mi obsesión era el fútbol. No había tenido tiempo libre. Si me iba de vacaciones, pensaba en entrenar, en la siguiente temporada , qué equipo íbamos a hacer... No descansaba».