Colombia alberga el mayor número de páramos del mundo. Foto: cortesía BBVASegún informes, Colombia alberga el mayor número de páramos del mundo, considerados ecosistemas esenciales que proveen cerca del 70 % del agua potable del país, por lo que su cuidado, más que responsabilidad ambiental, es una necesidad garantizar la seguridad hídrica de los colombianos. Con esta visión, BBVA Fiduciaria desarrollan nuevas estrategias de intervención en territorios clave de Norte de Santander, específicamente en los municipios de Chitagá y Cácota, donde habitan más de 20.000 campesinos, en donde implementarán acciones de restauración en los Páramo del Almorzadero y el Páramo de Santurbán.Foto: Mauricio Wandurraga, presidente de BBVA Fiduciaria“Esta iniciativa que anunciamos hoy para Santander es un paso más hacia la conservación de un recurso vital como lo es el agua y se enmarca en nuestro compromiso por contribuir a la construcción de un mundo más sostenible e inclusivo. Esta intervención, que beneficiará a más de 20.000 habitantes de la zona de los páramos en Santander, es posible gracias a la unión con organizaciones ambientales como Biocuenca y a los recursos que destinamos a través del Fondo Páramo, una alternativa de inversión donde destinamos el 25 % de la comisión de administración para financiar directamente este tipo de intervenciones” dijo Mauricio Wandurraga, presidente de BBVA Fiduciaria.Destacado: BBVA Research: Economía colombiana crecería 2,3 % este año y se aceleraría hasta el 2,7 % en 2026Restaurar lo esencial: agua, biodiversidad y comunidadEl proyecto contempla la conservación de ocho hectáreas de páramo y la restauración activa de otras dos, mediante la siembra de 1.200 árboles nativos. También incluye jornadas de educación ambiental dirigidas a habitantes de la región con el objetivo de fortalecer la conciencia comunitaria frente a los efectos del cambio climático y la deforestación.Durante el año 2024, una iniciativa similar ya había sido implementada en Santander, en los municipios de Suratá, Charta y Tona, con la siembra de 1.800 árboles de 12 especies nativas.Además, estudios hidrológicos estiman que las hectáreas restauradas pueden llegar a regular entre 1.500 y 3.000 metros cúbicos de agua al año, beneficiando de forma directa la cuenca del río Tona, de importancia para el abastecimiento de Bucaramanga y su área metropolitana.“Este tipo de proyectos no solo fortalecen la resiliencia ecológica del país, sino que evidencian el potencial transformador de alianzas entre comunidades, organizaciones especializadas y sectores que encuentran en la sostenibilidad un camino legítimo de impacto. Nuestra contribución, a través del Fondo Páramo, busca ser parte de una solución estructural, desde el territorio y es una invitación abierta a seguir construyendo desde la acción. Porque cuidar el agua no es una tarea futura: es una urgencia del presente”, puntualizó Wuandurraga.