Vivimos tiempos oscuros en los que deberíamos ruborizarnos al mirarnos al espejo. Tiempos de intransigencia, violencia y egoísmo que nos impiden, ya no aplaudir, sino ni tan siquiera respetar el crecimiento de quienes tenemos a nuestro alrededor si ese crecimiento no es en clave de nuestros apegos y en consonancia con nuestros deseos. Joan, Nico, vosotros, no sois el problema, ni el problema, ni la propiedad de las gradas, y mucho menos esclavos de quienes las habitan. Lucháis por ellas, sufrís por ellas, lloráis y reís por ellas, pero sois libres. Libres de caminar, libres de luchar y libres de crecer, y aunque parezca increíble... Libres de hacerlo por vosotros y solo por vosotros! Seguir leyendo....