La cifra de los cuatro billones de dólares más que harían falta cada año para que en 2030 se cumplan los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) es la más repetida durante la cumbre mundial que la ONU celebra esta semana en Sevilla. Y todos los que la enarbolan coinciden en el mismo diagnóstico: es imprescindible movilizar la inversión privada, porque la pública es “claramente insuficiente” para abordar los desafíos globales, que van desde la reducción de la pobreza hasta la lucha contra el cambio climático, especialmente en un contexto de rearme, en el que algunos de los principales países donantes han anunciado recortes al desarrollo.Seguir leyendo