Miguel Tellado ha sabido siempre adaptarse como un camaleón al papel que se le requería. Se curtió en política en una segunda discreta posición, primero como jefe de prensa en el Ayuntamiento de Ferrol y de la Diputación de A Coruña y después como jefe de gabinete de la Consejería de Trabajo de la Junta de Galicia. Por eso cuando Alberto Núñez Feijóo, entonces presidente del Gobierno gallego, lo nombró primero portavoz del PPdeG en el Parlamento autonómico y después secretario xeral del partido en Galicia nadie se lo esperase. Pero Tellado cambió de piel y asumió su nuevo rol: un bulldog político de lengua afilada e implacable con los adversarios. Y desde entonces hasta su meteórico ascenso ahora a secretario general del PP ha ido afinando cada vez más este estilo bronco y peleón que lo caracteriza.Seguir leyendo....