El delegado provincial de la Consejería de Bienestar Social en Toledo, Maximiliano Muñoz Hernández, ha anunciado su renuncia al cargo por «motivos personales y de salud» . Él mismo ha hecho pública su decisión a través de sus redes sociales, con un mensaje de despedida cargado de gratitud en el que resume los últimos cuatro años como «un viaje de vida». «Hoy cierro una etapa que ha sido mucho más que un cargo», ha escrito Muñoz, que asegura que, «aunque la decisión pesa, también viene acompañada de una inmensa gratitud que no cabe en estas líneas». En su despedida, también subraya que «servir no es un deber, es un privilegio» y que el verdadero balance del trabajo «no se mide en cifras, sino en la dignidad que somos capaces de devolver a quienes más lo necesitan». Muñoz ha tenido palabras de reconocimiento para la consejera Bárbara García Torijano, así como para el presidente Emiliano García-Page , por haberle abierto las puertas de «un proyecto humano». También ha agradecido la cercanía institucional de los delegados de la Junta en Toledo, Javier Úbeda Nieto y Álvaro Gutiérrez, y ha dedicado un mensaje especial al personal de su equipo. «Gracias al personal de la delegación provincial de Bienestar Social de Toledo, me siento muy orgulloso de haber compartido esto con vosotros», apunta. En un tono más personal, los agradecimientos se centran en el entorno familiar. «Sobre todo en Sandra, a Paola y a Luna, que han sufrido mis ausencias, a mi madre y hermanos, que siempre han estado preocupados por mí, y a mi padre, que aunque no está, yo le he sentido al lado a cada paso que daba», asegura. Muñoz concluye su despedida reafirmando su compromiso con lo público : «Seguiré aquí, con el corazón en pie y la mano tendida, porque el compromiso no se firma con un nombramiento, se lleva en la piel». El mensaje termina con una cita de Federico García Lorca que resume el espíritu con el que afronta esta nueva etapa: «Desechad tristezas y melancolías. La vida es amable, tiene pocos días y tan sólo ahora la hemos de gozar».