Final feliz con Emilio de Justo y Tomás Rufo a hombros por la puerta grande. Pero hasta llegar a esa foto ansiada, a ese epílogo que resume una corrida de feria, pasaron muchas cosas. Buenas, regulares y hasta malas, en una tarde de triunfo amable. Entre el lío con la espada que se llevó Emilio de Justo y los naturales al ralentí de Tomas Rufo fue la cosa, y todo con una corridita de Núñez del Cuvillo sin excesos en las formas, al contrario, y sin muchas ganas de embestir por derecho. Del cartel inicial se cayó el joven Marco Pérez, recuperándose de una fuerte voltereta, y se anunció por él al toledano, mientras que el incidente de la noche... Ver Más