Sevilla se viste de colores y celebra el Orgullo en la Plaza de España

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Para muchas culturas, sociedades e incluso individuos, aceptar algo tan básico como el amor entre personas del mismo sexo sigue siendo una asignatura pendiente. A pesar de los avances legales y sociales en muchas partes del mundo -el matrimonio igualitario, leyes contra la discriminación, una mayor visibilidad LGTBIQ+ …-, aún persisten estigmas, prejuicios y, en el peor de los casos, violencia. En su apuesta por llevar la diversidad a la Plaza de España, Icónica Santalucía Sevilla Fest , que patrocina ABC de Sevilla, abrió sus puertas a la pluralidad, no solo musical, también sexual. Junio es el mes del Orgullo , y el festival dio, por primera vez en su historia, el pistoletazo de salida al calendario de actividades programadas en torno al Día Internacional del Orgullo LGTBIQ+, en colaboración con la Delegación de Igualdad del Ayuntamiento de Sevilla. Lo hizo por todo lo alto: con 18.000 espectadores , y Chanel, Laura Gallego, Mayo y Kuve sobre el escenario. «¡Ya estamos con la bandera de nuestro Orgullo, con nuestros colores, en nuestra Plaza de España! ¡Bienvenides a todes! », exclamó el presentador. “«Queríamos incluir este espacio emblemático en los espacios seguros de la ciudad. ¿Por qué nos reivindicamos cantando y bailando? ¡Para molestar a aquellos que no quieren vernos felices! Esto es el preámbulo de lo que nos espera a partir de mañana en la Alameda», aseguró. La encargada de inaugurar la jornada fue Kuve con ‘Queen M’. A su primera interpretación le siguieron ‘Xena’ y un «¡hemos venido a este mundo a ser libres, a amar a quien amamos! ¡Vamos a hacer lo que nos dé la gana!», antes de cantar ‘Lo que me dé la gana’. A lo largo de su actuación, la murciana añadió otros temas al repertorio, como ‘Fluye’, ‘Esto no se para’ y ‘Loca xti’. Después de poco más de media hora, la artista se despidió del escenario al ritmo de ‘Hay que venir al sur’, pero con la voz de Raffaella Carrà cantando al doble de velocidad. El show se pasó en un abrir y cerrar de ojos, y aunque la puesta en escena estuvo bien -los visuales, cuatro bailarines, coreografías, etc.-, la calidad del sonido dejó que desear en comparación a la de otros protagonistas, puede que por el sol directo, la alta temperatura, los bailes o la emoción. Le siguió Mayo , pero, a estas alturas, el sol ya se había escondido tras los árboles de la Avenida Isabel la Católica. El sevillano irrumpió sobre la tarima cuando la cuenta atrás de dos minutos llegó a cero. Utilizó ‘Mis nenas’ como carta de presentación , y no pudo evitar rendir homenaje a sus inicios, 'Operación Triunfo'. ‘Please don’t go’ fue el tema con el que deleitó a los espectadores en la Gala 7 de OT2023, y repitió el éxito anoche en su tierra natal. La música es una carrera de fondo, aunque no suene creíble para algunos. «Hay mucha gente que piensa que estoy donde estoy por ciertos motivos, y no por todo el trabajo que llevo haciendo este último año». Ante la envidia, Álvaro responde con una pregunta, que además aprovechó para introducir ‘So cute’: «¿Luce bien mi look en la portada?» . El artista lo dio todo, tanto, que a los 25 minutos de show ya se había cambiado de ropa . Tras desaparecer y volver de nuevo al escenario, Mayo volvió a sudar con ‘Ya no estás’ y ‘I want love’, entre otras. En esta segunda parte, también hubo hueco para exclusivas, y anunció que “la semana que viene sale mi nuevo single, Castigo, con Elettra Lamborghini”. Álvaro se despidió anunciando que «estamos llegando al final… Yo me quedaría con vosotros toda la vida, porque está siendo un sueño para mí. Vamos a terminar con una última canción, que es muy importante para mí». Con ‘No siento nada’ , el sevillano dijo adiós a un público que, en ningún momento, había dejado de saltar con él. Veinte minutos pasaron entre una actuación y otra. Tras esta pausa, que estuvo amenizada por ‘hits’ de pop internacional, Laura Gallego desfiló por el escenario vestida para la ocasión -con una chaqueta de arcoíris y lentejuelas, y una cola casi kilométrica de tul-, siguiendo un cable que terminó desenchufando. «¿No te he dicho que hoy no veníamos a esto, que veníamos a otra cosita?», preguntó. Había llegado para hacer lo que mejor se le da, ser folclórica. Esta vez, de una manera distinta a como Sevilla estaba acostumbrada a verla. Esta noche, la artista le robó la etiqueta de «ecléctica» al festival , y tuvo el valor de mezclar la voz de leyendas como Marifé de Triana, Raphael, Rocío Jurado, Isabel Pantoja o Los Chichos, entre otros, con ‘beats’ electrónicos. El resultado: una ‘rave’ protagonizada por los himnos de la música española, chispas, bailes y atuendos típicos de cabaret, gogós y flamenco . Todo ello, acompañado por luces de colores que no solo cambiaban de color sobre el escenario, también sobre la fachada del emblemático monumento. Sevilla cantó, saltó y bailó. En todo momento, la artista animó al público con gritos como «¡manos arriba que esto es una reivindicación!», «¡báilalo, que mañana te duela el cuerpo!» o «¡dale alegría a mi cuerpo, Macarena, que me voy ya!». Al final, hubo un invitado sorpresa que sorprendió a todos. En pleno apogeo, culminando el espectáculo, apareció Curro , la mascota de la Expo. Fue evidente: el debut de Laura Gallego sobre el escenario del Icónica Santalucía Sevilla Fest fue el preámbulo perfecto para dar paso a Chanel. La artista aterrizó sobre la tarima junto a su equipo de baile y ‘Antillas’. La temperatura fue in crescendo con ‘Ping Pong’, ’Vuelta y vuelta’ y ‘Vuelta a vuelta’. Durante la primera pausa, aprovechó para sincerarse: «Me hace mucha ilusión ver a todas las personas que estáis aquí celebrando el orgullo. E sta noche estoy presentando mi nueva era , con nuevos temas, con mucho show. ¡Vamos a celebrar, vamos a cantar y vamos a compartir!». A pesar de estar presentando esta nueva versión, una Chanel renovada , la cantante y bailarina recordó algunos de sus temas antiguos, como ‘P.M’, ’Hasta que amanezca’, ‘Ahora que no te tengo’ o ‘Clavaito’. Entre medias, rindió homenaje a otros artistas a través de sus diferentes colaboraciones, en especial a Karol G, con su ‘Gatúbela’. La cantante y bailarina cerró su espectáculo con ‘SloMo’ , despidiendo un show marcado por la sensualidad, fuerza y reivindicación. Más allá del espectáculo, la Plaza de España fue testigo de la reafirmación de que Sevilla es una ciudad que abraza la diversidad . La música fue el vehículo para reivindicar que amar no debería ser un acto de valentía, aunque lo haya sido durante demasiado tiempo para muchas personas. Sin duda, el precio simbólico de la entrada fueron los 75 céntimos mejor amortizados de la historia.