Josep Oliu ha afrontado la última fase de la opa lanzada por el BBVA con paso renqueante. Una lesión en el tendón de Aquiles dejó maltrecho durante semanas al presidente del Banco Sabadell, y se las tuvo que ingeniar con un botín ortopédico para acudir, sin aparentar fastidio, a la multitudinaria junta de accionistas celebrada en Sabadell o a eventos públicos como el torneo de tenis Conde de Godó, que el banco patrocina profusamente. Oliu ha recuperado el paso firme justo cuando llega la hora de apretar el ritmo. Enfrente está Carlos Torres, presidente del BBVA, un aficionado al ciclismo que ha aguantado diversos ataques sin descolgarse del pelotón de cabeza y que siempre ha sido consciente de que la opa es una carrera de fondo que se va a decidir en los metros finales. Seguir leyendo