Al entrar en la sala 15 de la National Gallery de Londres, el visitante se dirige hipnotizado hacia el cuadro del fondo. Sansón, un gigante amasijo de músculos con el torso descubierto, reposa exhausto sobre el regazo de Dalila, que muestra sus pechos desnudos. Un cómplice de la bella filistea corta con tijeras el pelo del coloso israelita, para quitarle su fuerza. Sansón y Dalila es una de las treinta obras maestras de su colección permanente que resalta con orgullo la pinacoteca nacional británica, atribuida al maestro del barroco flamenco Pedro Pablo Rubens. La polémica sobre la autoría de la obra, que dura ya casi cuarenta años, es una de las más intensas y violentas del mundo del arte. Seguir leyendo