Mark Rutte, actual secretario general de la OTAN y ex primer ministro de Países Bajos entre 2010 y 2024, tiene una cualidad reconocida por todo el arco político neerlandés: es capaz de contener su ego al máximo para lograr sus objetivos políticos. Esa manera de operar, enajenando a conciencia su autoestima, ha derivado durante la cumbre de la Alianza Atlántica —celebrada esta semana en La Haya— en escenas de una adulación extrema hacia el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump.Seguir leyendo