La agencia de calificación crediticia S&P. Foto: Archivo.La agencia S&P Global Ratings bajo este jueves la calificación soberana de Colombia de BB+ a BB, en medio de un contexto de deterioro fiscal.Además, la agencia mantuvo la perspectiva negativa, lo que indica que podrían venir nuevas rebajas si no se corrigen las métricas fiscales en el corto plazo.“Ante este escenario de las calificadoras, vale la pena estar atentos a la eventual exclusión de los TES de los índices de deuda global con grado de inversión. Esta decisión podría generar liquidaciones forzosas, lo que a su vez presionaría al alza las tasas de interés de manera temporal. Sin embargo, el impacto negativo podría ser limitado”, explicó Andrés Pardo, jefe de estrategia macro para América Latina de XP Investments.Esta decisión se suma al recorte anunciado horas antes por Moody’s, que bajó la calificación de Baa2 a Baa3 y modificó la perspectiva de negativa a estable, en vista del debilitamiento progresivo de la fortaleza fiscal del país frente a sus pares.Por su parte, Moody’s advirtió que la dinámica fiscal de Colombia se ha deteriorado más de lo esperado en 2024 y 2025, con déficits fiscales más amplios y un incremento sostenido de la deuda. Según su análisis, la sobreestimación de ingresos tanto en el presupuesto del año pasado como en el de este año, sin una reducción equivalente del gasto, ha contribuido al desequilibrio.Moody’s proyecta que la deuda del gobierno general alcanzará un 59,5 % del PIB en 2025, por encima del 58,7 % estimado por el Gobierno y del 53,4 % registrado en 2023. Para 2027, se prevé que la deuda llegue a un máximo del 64 % del PIB, superando la mediana de los países con calificación ‘Baa’ (62 %).Otro punto crítico es el alto costo del endeudamiento: se estima que la carga de intereses llegará al 17 % de los ingresos gubernamentales en 2025, casi el doble de la mediana de los países ‘Baa’ (9 %).Las decisiones consecutivas de dos de las principales agencias calificadoras plantean un nuevo panorama para Colombia en los mercados financieros, con mayores restricciones y costos para acceder a financiamiento externo.—