Aunque la atención estaba puesta en la situación en la que queda el Gobierno y el PSOE con la decisión del juez del Tribunal Supremo de mandar a Santos Cerdán a prisión , Pedro Sánchez -que recibió la noticia en Sevilla durante IV Conferencia Internacional para la Financiación al Desarrollo de la Organización de las Naciones Unidas- insistió en el compromiso de España «absoluto y rotundo» con los acuerdos multilaterales y todo lo que representa la ONU -citó expresamente el desafío climático, la violencia de género, la inmigración ordenada, la desigualdad y la pobreza-, en un momento, continuó, en el que cada vez más países «no respetan la legalidad internacional y la carta de las Naciones Unidas en sus decisiones». No mencionó el nombre de ningún país pero Sánchez volvió a poner en valor su posición en conflictos como Ucrania y Gaza (con críticas muy duras a Israel, casi únicas en Europa). E insistió en que cada estado «debe arrimar el hombro según sus capacidades» como, en el caso de España, «ofreciéndose para organizar conferencias como esta». «Estas conferencias importan» , recalcó, «en un momento de desorden mundial» y cuando cada vez más países -el ejemplo más claro es Estados Unidos- renuncian a participar en acuerdos multilaterales y están recortando los programas específicos de financiación del desarrollo. El presidente del Gobierno, de hecho, anunció la creación de la Casa de Naciones Unidas, en Madrid, una nueva sede que acogerá de varias agencias de la ONU para que puedan realizar su trabajo con «seguridad, apoyo y reconocimiento». En la comparecencia conjunta del presidente y el secretario general de la ONU, António Guterres , también salió a colación el gasto militar días después de la cumbre de la OTAN en la que España volvió a insistir en que será suficiente gastar un 2,1% del PIB para cumplir con las capacidades requeridas, a pesar de que en el acuerdo firmado por todos aparece la cifra global del 5% (un 3,5% en gasto militar directo). Y Sánchez reiteró su postura, para pedir que la Unión Europea «singularmente» se involucre en los debates multilaterales. También Guterres entró de lleno en el asunto afirmando que deben ser los países los que cumplan con esos compromisos «con recursos propios» y no a costa de «reducir» la ayuda humanitaria a los pueblos más necesitados del mundo. La ausencia de Estados Unidos en esta cumbre en Sevilla habla por sí sola en el debate mundial que se está produciendo.