Enviar un correo electrónico y no recibir respuesta puede sentirse como lanzar un mensaje en una botella al mar. Ahora, un nuevo estudio de la Universidad de Michigan ayuda a entender por qué tantos emails quedan sin contestar, y lo hace con datos concretos: más de 11 millones de correos analizados y un enfoque que combina análisis lingüístico y redes sociales.El poder del contexto: no es solo lo que dices, sino cómo y a quiénUno de los hallazgos principales del estudio es que el éxito de un correo depende de varios factores interconectados: el estilo de escritura, el tono, la relación previa con el destinatario y la posición del emisor dentro de una red social o profesional. Esto significa que no basta con escribir bien o ser amable; también influye cuánto te conoce quien recibe el mensaje.Por ejemplo, si alguien envía un correo a un grupo amplio de personas por primera vez, tendrá mejores resultados si ya es una figura conocida. Es como organizar una fiesta: la gente tiende a asistir si sabe quién invita. La familiaridad genera confianza y aumenta la probabilidad de recibir una respuesta.Estilo claro y tono persuasivo: claves para destacarLos correos que logran respuesta suelen tener una escritura clara, directa y con un tono comprometido y considerado. En palabras sencillas, funcionan mejor aquellos mensajes que se sienten como escritos por una persona atenta, y no como un texto genérico o robótico.Añadir un poco de emoción, incluso en entornos técnicos, puede ser una buena estrategia. Lejos de parecer poco profesional, mostrar emociones de forma adecuada hace que el mensaje parezca más humano y cercano, lo que genera más interacción.Lo personal puede volverse contraproducente en mensajes masivosUna observación interesante del estudio es que el uso de lenguaje excesivamente emocional o muy íntimo en correos dirigidos a muchas personas puede jugar en contra. Aunque parezca paradójico, ser demasiado personal en mensajes masivos puede provocar rechazo.Es un poco como si alguien contara una historia muy íntima en una reunión de desconocidos: puede resultar fuera de lugar. Por eso, conviene adaptar el lenguaje y tono según el tamaño y tipo de audiencia.Cuando empieza el intercambio: nuevas reglas del juegoUna vez que alguien responde, ya no se trata de hablarle a un grupo, sino de mantener un diálogo. Aquí, el estudio señala que la comunicación exitosa depende de que las respuestas sean personales, directas y adecuadas al vínculo que se ha formado.Curiosamente, ser demasiado formal o excesivamente educado puede resultar contraproducente en este punto. La cercanía y la reputación del emisor influyen mucho más en mantener viva la conversación que seguir todas las reglas del protocolo.La forma también cuenta: buena gramática y sin abreviacionesAunque pueda parecer obvio, el estudio lo confirma: los correos con buena gramática tienen más probabilidades de ser respondidos. Escribir «u» en vez de «tú» o «xq» en lugar de «porque» puede reducir la percepción de seriedad del mensaje.Esto es especialmente importante si se busca una respuesta en contextos profesionales o si se está escribiendo a alguien que no se conoce bien. El cuidado en la escritura actúa como una carta de presentación.Un enfoque innovador para comprender interacciones realesEl equipo de investigadores utilizó técnicas de inferencia causal para estudiar la relación entre variables como tono, estilo, conexión entre personas y respuesta recibida. A diferencia de estudios anteriores, que miraban factores por separado, aquí se buscó entender cómo se combinan en contextos reales.Para asegurar la validez del análisis, filtraron los correos que no requerían respuesta, como los automáticos o los que solo compartían información. De esta manera, se centraron en correos que realmente buscaban generar un diálogo.Hacia una comprensión global del comportamiento digitalLos investigadores planean extender su trabajo para ver si estas conclusiones se aplican a otros idiomas, culturas y plataformas, como redes sociales o apps de mensajería. Esto podría ofrecer una guía práctica para mejorar la comunicación digital a escala global.Este tipo de estudios no solo ayudan a entender mejor por qué muchos mensajes quedan sin respuesta, sino que también pueden mejorar la eficacia de herramientas automáticas de redacción o atención al cliente, haciendo que las interacciones digitales se sientan más humanas.La noticia Por qué muchos correos electrónicos no reciben respuesta, según la ciencia fue publicada originalmente en Wwwhatsnew.com por Natalia Polo.