Un nuevo episodio de violencia ha sacudido el centro penitenciario de Villena , en Alicante , donde varios funcionarios fueron rodeados, insultados y amenazados por un grupo de internos de la cárcel. Según ha denunciado el sindicato ACAIP-UGT, el incidente ocurrió el pasado lunes en el módulo 2 de la prisión. Según el relato de los hechos que ofrece la unión sindical, los hechos tuvieron lugar cuando varios trabajadores de la prisión trataban de reprender a un interno por su actitud durante todo el día. Lejos de calmarse, el reo reaccionó de manera violenta y, ayudado por otro interno, generaron una situación que rápidamente escaló a trifulca. Ambos se abalanzaron sobre los funcionarios entre golpes y amenazas y llegaron a decirles: « Que venga la plantilla, que hoy vais a tener fiesta de la gorda, vamos a levantar el módulo ». Así, lograron rodear a los empleados penitenciarios generando un entorno «caótico y hostil», según ACAIP-UGT. Pese a la gravedad del incidente, los guardias consiguieron controlar la situación sin que se registraran heridos gracias al refuerzo de otros compañeros y la rápida actuación de los presentes. No obstante, el sindicato advierte de que el riesgo que corren estos trabajadores es real y denuncia que faltan medios y una respuesta adecuada por parte de la dirección de la cárcel. De esta manera, subraya que no es un hecho aislado. De hecho, en las últimas semanas se han producido diferentes incidentes en el centro penitenciario sin que se hayan aumentado las medidas de seguridad para frenar esta escalada de violencia. Por ello, exige a la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias y a la dirección de la cárcel que actúen «de manera inmediata» para garantizar la seguridad de trabajadores e internos, ya que «con este nivel de conflictividad es imposible cumplir con la función constitucional de reeducación y reinserción». ACAIP-UGT reclama urgentemente el refuerzo de plantillas y personal sanitario, la formación específica en gestión de crisis y autoprotección física, el reconocimiento de los funcionarios como agentes de la autoridad y el fin del «maquillaje estadístico» en los casos de agresiones no reconocidas. Concluye apuntando que el sistema penitenciario español «se derrumba desde dentro» si no se dota de medios y respaldo al personal. «Sin esto y sin respeto, es imposible mantener la seguridad y la dignidad dentro de las prisiones», finaliza.