Cooper Flagg no es la típica estrella de Duke que tradicionalmente detesta buena parte de los aficionados al baloncesto de EEUU. No es esa figura con reputación de elitista y cargada de derechos que siempre se atribuye al crack procedente de la aristocrática universidad. Flagg cae bien y juega mejor, un prodigio de los que desde hace meses se advierte que va para leyenda. Con solo 18 años recién cumplidos y una única temporada en la NCAA, el alero de 2,06 fue elegido como número 1 del draft de la NBA en la pasada madrugada por los Dallas Mavericks, donde se tiene la dulce sensación de haber sido agraciado con una lotería con enorme bote.Seguir leyendo....