Rafael Louzán tiene un problema. El presidente de la Real Federación Española de Fútbol, elegido el pasado mes de diciembre, lleva meses tratando de aunar a todos los estamentos del fútbol nacional apagando incendios y limando asperezas entre ellos. Pero el gallego se ha encontrado con un problema que tiene difícil solución por la posición irreconciliable de las partes. Y el asunto no es otro que la continuidad de Luis Medina Cantalejo al frente del Comité Técnico de Árbitros (CTA). Seguir leyendo....