Impuestos, regulación e infraestructura, los retos de la aviación latinoamericana: Iata

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La industria aérea de América Latina opera con utilidades estrechas, una carga fiscal elevada y marcos regulatorios desiguales, según expuso Peter Cerdá, vicepresidente regional de la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA), en la apertura del foro Wings of Change Américas celebrado en Bogotá.Puede ver: Delta Airlines apuesta por Colombia pese a la desaceleración del turismo hacia EE. UU.Al hablar del panorama nacional, Cerdá recordó que “los vuelos aumentaron un 32,8 % en la última década, impulsada por una mayor competitividad y coherencia”, lo que ha dado como resultado en la expansión del mercado y ha sostenido el empleo y la actividad. El dirigente recordó que la aviación “sostiene a más de 8,3 millones de empleos y contribuye cerca de 240 mil millones de dólares al PIB nacional”, cifra que podría crecer si se reducen restricciones.A nivel regional, en Brasil, señaló, que “en el primer semestre de este año se registró un aumento del 17,7 % en los vuelos internacionales en comparación con el mismo periodo de 2014”. Sin embargo, es en Brasil donde radica el primer reto, la carga impositiva. Allí, la  reforma tributaria mantiene tasas que restringen las rutas. Cerdá precisó que “el impacto de reforma fue aumentar un 26,5 % sobre los volantes aéreos, lo que tendrá un impacto devastador para Brasil”, y añadió que la propuesta fiscal en discusión “podría provocar una reducción de hasta el 30 % en la demanda de los pasajeros en el país”.​El dirigente gremial aseguro que el Caribe presenta la presión fiscal incluso más alta: “En algunos países estos impuestos pueden representar hasta el 40 % del costo total de un vuelo”. El directivo citó el ejemplo de España, donde los gravámenes encarecieron los billetes domésticos “de 130 dólares a 160 dólares” y los pasajes internacionales “de 340 a 435 dólares”.​También lea: Avianca extiende su 'business class' a más de 80 rutas internacionales en AméricaAvióniStockEl punto anterior llama la atención de Cerdá ya que a nivel mundial, la carga impositiva sobre los tiquetes aéreos está el 27%, mientras que en la región llegan hasta el 40%,Por otro lado, el segundo reto manifestado por Cerdá, es el cambio regulatorio en los países, que en muchos casos entorpece los procesos de la industria. Según indicó, las normas nacionales muestran gran dispersión.“Con más de 33 países de nuestra región, cada uno tiene por sus propias normas la falta de alimentación, genera ineficiencia y limita la productividad regional”. Mientras unas jurisdicciones liberalizan, otras debaten medidas como la sobreventa de pasajes o topes tarifarios que figuran “aquí en Colombia” en más de cien proyectos legislativos, recalcó.En un tercer punto está la estabilidad macroeconómica, que también pesa en la planificación de largo plazo. “Lo que representa una pérdida para una región es una oportunidad para que los sectores de Canadá y de Europa han aprovechado el cambio de la venada hacia Estados Unidos, lanzando nuevos modos hacia el Caribe, México y Sudamérica”, afirmó Cerdá.Puede interesarle: Air Canada incrementa rutas y frecuencias desde Colombia ante la migración familiarAvión de IberiaIberiaLa infraestructura es claveEl último reto mencionado por el dirigente gremial fue la infraestructura. La región, dijo, necesita “una visión, a medio y a largo plazo” que incorpore aeropuertos principales y terminales de ciudades secundarias.Recordó que en Colombia, un estudio hecho por la IATA, difundido en 2023, sugirió medidas para optimizar capacidad y reducir demoras, pero “solo se ha entendido alguna de estas recomendaciones”.Sobre sostenibilidad, Cerdá recordó el compromiso de las aerolíneas con emisiones netas cero en 2050. No obstante, subrayó que el abasto de combustibles sostenibles de aviación (SAF) “representa solo un cierto masivo respecto a la necesidad de combustible de la Administración” y que Brasil, México, Colombia y Argentina carecen de marcos que incentiven su producción. “Necesitamos liderarlo y colaboración con los gobiernos”, expresó.La rentabilidad de la región, entre las más bajasCerdá lanzó una alerta sobre la rentabilidad que continúa bajo presión. La IATA calcula que en 2025 el resultado global será de cerca de 70 millones de dólares, lo que equivale a US$7,20 por pasajero. En América Latina la utilidad baja a US$3,40, nivel que el dirigente comparó con el precio de un café.“Este máximo de ganancias pone en evidencia la debilidad de nuestra industria frente a factores externos”, dijo, al citar la volatilidad política, la carga fiscal y la capacidad de los aeropuertos.Para Cerdá, los márgenes limitados obligan a las aerolíneas a recurrir a arrendamientos más costosos. Además, señaló que los modelos de bajo costo, que buscan seguir trabajando, amplían la oferta en tramos cortos y llevan a las compañías tradicionales a ajustar densidades de cabina.No obstante, la demanda mantiene un ritmo ascendente. “Esperamos que crezca un 5,8 % el tráfico de pasajeros este año en comparación al año anterior”, proyectó Cerdá. Para 2044, IATA anticipa un crecimiento anual de un 6,2 %, equivalente a 218 millones de pasajeros nuevos.PAULA GALEANO BALAGUERAPeriodista de Portafolio