Al entrar al centro de mayores de Sama Naharro, Julia Anaya, de 94 años te saluda con sus ojos azules desde su sillón para contarte que es poeta. Lo del amor por las letras le viene de un tío suyo de Málaga, que era escritor. Pero más allá de su poemario que va desde unos versos a la Virgen a la contaminación mundial con una cabeza lúcida donde no se escapa un verso, de lo que más orgullo siente es de haber sido madre de nueve hijos. «Tengo nueve hijos, 22 nietos y diez biznietos», presume. Julia es la decana de este centro de mayores en el centro de los alojamientos para la tercera edad del Ayuntamiento de Córdoba en esta zona en el eje de los barrios Huerta de la Reina y El Tablero que se ha convertido en un «refugio para el calor». Este es uno de los centros municipales de mayores que estarán abiertos todo el verano de 9.00 a 21.00 horas, como anunciaba esta semana la delegada de Servicios Sociales , Eva Contador, sin que sea necesario ser usuario del centro, ya que permitirán la entrada de todas las personas mayores que lo necesiten si no cuentan con unos requisitos adecuados en casa para pasar la ola de calor. Estas mujeres, porque son casi todas mujeres, y gran parte de ellas vecinas de la misma planta de los apartamentos de Vimcorsa, son como familia, aseguran. «La mayoría somos viudas -excepto una- y llegamos aquí hace catorce o quince años; nos ayudamos, jugamos, reímos y sobre todo cantamos porque tenemos un coro rociero «, cuenta María Sanmartín de 86 años, que ha sido capaz de sacar adelante viuda joven a sus cuatro hijos, sin dejar atrás la pintura -»es nuestra maestra de dibujo«- comentan sus compañeras »es la que más sabe«, dice otra desde el otro lado de la mesa. Están con sus abanicos en la mano pero no les hace falta. «Lo del abanico es postureo», dice una de ellas con gracia porque el lugar está fresquito . Entre risas, Manuela Castro (82 años) se presenta como «Paqui Raya», no es nombre artístico, son cosas que pasaban antes ... decía, ni me llamo Paqui ni mi apellido es Raya pero todo el mundo me conoce por ese nombre. Pasan unos minutos y Manuela, alias 'Paqui', se arranca por colombianas mientras sus compañeras la siguen y aplauden a su amiga. Ni rastro del calor en este centro de mayores. Araceli Galisteo (83 años) y Carmen Montero (84) explican que llevan 12 años viviendo en la misma planta de los apartamentos de Vimcorsa y que están encantadas. «Somos familia, nos levantamos, vamos a desayunar fuera -porque ahora hace calor para estar al mediodía por ahí- y después venimos a los talleres«, cuenta Araceli. »Ahora con el calor es mejor estar dentro, pero no nos aburrimos aunque no hay monitores de gimnasia cosemos, bordamos, cantamos y nos reímos... venimos de 6 a 9«, apunta. Puri Romero (91 años) cuenta que cada día casi ensayan en el coro rociero aunque durante el verano no viene el guitarra. También hay compañeras de este refugio del calor que vienen de otros barrios como el Parque Figueroa. Es el caso de Pilar Muñoz (73 años), me toca otro centro de mayores por barrio pero mis amigas ya están aquí y vengo todos los días , mi marido me trae en coche y paso aquí las tardes. Mariana Salido es la benjamina de la casa (72 años) que recuerda que viene desde hace diez años, mientras Paqui Muñoz (81 años) recuerda que los domingos salen a comer fuera si no hace tanto calor. Mientras, Chari Barco (87 años) asegura que en este centro se está mejor que en casa. No te aburres nunca, nunca te sientes sola.