El poder de los imánes superconductores para escuchar la música del universo

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La ciencia sigue descubriendo nuevos métodos para adentrarse en los misterios del cosmos. En un reciente estudio, los físicos han propuesto una solución innovadora para detectar ondas gravitacionales de frecuencias extremadamente altas, utilizando imanes superconductores empleados en los experimentos de materia oscura. Estos imanes, que originalmente buscaban partículas como los axiones, ahora pueden ser la clave para escuchar señales cósmicas que hasta ahora eran inaudibles.¿Qué son las ondas gravitacionales y por qué son importantes?Las ondas gravitacionales son perturbaciones en el espacio-tiempo causadas por eventos astronómicos extremadamente violentos, como la colisión de agujeros negros o estrellas de neutrones. El primer descubrimiento de estas ondas en 2015, realizado por el detector LIGO, abrió una nueva ventana para la astronomía. Sin embargo, LIGO y otros detectores están limitados a un rango de frecuencias bastante específico, lo que significa que hay un vasto espacio sin explorar.Los físicos han estado buscando formas de ampliar esta capacidad, y ahora, un nuevo estudio sugiere que los imanes superconductores podrían ser una de las claves para este desafío.La historia detrás de esta innovadora ideaLa idea de detectar ondas gravitacionales no es nueva. En la década de 1960, el físico Joseph Weber intentó medir estas ondas usando grandes cilindros de metal, conocidos como «barras Weber». Su método funcionaba en ciertos rangos de frecuencia, pero era limitado, casi como un radio que solo puede sintonizar una estación. Los experimentos no tuvieron el éxito esperado, ya que fuera de ese rango resonante, no se podían captar las ondas gravitacionales.Hoy, los científicos han retomado la inspiración de Weber, pero con una perspectiva diferente: en lugar de usar barras metálicas, se han centrado en imanes superconductores.¿Cómo pueden los imanes superconductores ayudar?Los imanes superconductores, como los que se utilizan en experimentos de materia oscura, ya están diseñados para manejar enormes cantidades de energía magnética. Estos imanes tienen la capacidad de responder a una amplia gama de frecuencias, mucho más allá de las limitaciones de los antiguos dispositivos de Weber.La propuesta de los físicos es que cuando una onda gravitacional pasa a través de un imán superconductor, provoca una pequeña vibración en la estructura del imán. Esta vibración es tan sutil que solo los sensores más avanzados, como los SQUIDs (Dispositivos de Interferencia Cuántica Superconductores), pueden detectarla. A diferencia de las barras de Weber, que convertían el movimiento mecánico en señales eléctricas, los imanes superconductores generan señales magnéticas directamente, lo que las hace más fáciles de medir y menos susceptibles al ruido ambiental.Ampliando el alcance de la astronomíaEl principal atractivo de esta nueva técnica es su capacidad para cubrir un rango de frecuencias mucho más amplio. Los detectores actuales, como LIGO, son muy sensibles pero solo pueden detectar ondas gravitacionales en frecuencias relativamente bajas, debajo de unos pocos kilohertz. Sin embargo, los imanes superconductores pueden llegar a frecuencias mucho más altas, hasta 10 megahercios. Esto abre la puerta a la detección de eventos cósmicos que ocurren en rangos de frecuencia que nunca antes habíamos podido escuchar.Por ejemplo, podrían captar señales de eventos astrofísicos más exóticos o incluso fenómenos que aún no hemos imaginado. Es como si antes solo tuviéramos una radio que sintonizaba las emisoras más populares, y ahora, con estos imanes, pudiéramos explorar estaciones más lejanas y misteriosas.Eficiencia y coste: una ventaja adicionalUna de las grandes ventajas de este enfoque es que los imanes superconductores ya se utilizan en experimentos de materia oscura como DMRadio y ADMX-EFR. Esto significa que los científicos no tendrían que construir equipos completamente nuevos, sino que podrían usar los imanes existentes para realizar un doble trabajo: buscar materia oscura y, al mismo tiempo, detectar ondas gravitacionales de alta frecuencia.Esta eficiencia no solo reduce los costes, sino que también aumenta la capacidad de los laboratorios para realizar investigaciones más completas, sin la necesidad de duplicar esfuerzos.Desafíos y el futuro de esta tecnologíaAunque el potencial de esta tecnología es fascinante, aún existen desafíos. Uno de los principales obstáculos es que las vibraciones diarias del entorno pueden interferir con las señales de las ondas gravitacionales. Incluso las más pequeñas sacudidas del suelo pueden generar ruidos que dificulten la detección. Este es un problema similar al que enfrentaron los experimentos de LIGO y las barras Weber.Para superar este desafío, los científicos deben crear entornos extremadamente controlados que protejan los imanes de estas vibraciones indeseadas. La experiencia adquirida en los laboratorios de LIGO y otros experimentos similares genera optimismo sobre la posibilidad de aislar adecuadamente estos dispositivos.El futuro de la astronomía con esta tecnologíaEl equipo de investigadores ahora está trabajando en identificar qué tipos de señales de ondas gravitacionales podrían surgir en este rango de frecuencias más altas. También están explorando tecnologías aún más avanzadas, como sensores cuánticos, para aumentar la sensibilidad de los experimentos.Si tienen éxito, este enfoque podría marcar el inicio de una nueva era en la astronomía, una en la que no solo detectamos las señales que los telescopios ópticos y las ondas gravitacionales tradicionales nos permiten ver, sino también aquellas que han estado ocultas en frecuencias más altas, esperando a ser escuchadas.La noticia El poder de los imánes superconductores para escuchar la música del universo fue publicada originalmente en Wwwhatsnew.com por Natalia Polo.