Un bloque de hielo del tamaño de Chicago se ha separado de la Antártida y ya recorre el océano impulsado por corrientes y vientos. Aunque el desprendimiento de icebergs es un fenómeno natural, este evento plantea preguntas inquietantes sobre la estabilidad de las plataformas de hielo en un mundo cada vez más cálido. ¿Estamos presenciando una aceleración del deshielo antártico?