Brecha de género en sistema financiero: afectaciones que genera la tasas de usura con

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Si bien uno de los grandes avances del sistema financiero en la actualidad es la ampliación de su oferta para que más personas puedan acceder a servicios como el crédito, las inversiones y el comercio por medios digitales, todavía son grandes los retos que tienen los actores de este este sector, dado que persisten las brechas sociales.En este sentido, un reciente análisis de la Asociación de Compañías de Financiamiento (Afic), advierte que a pesar de los importantes avances en inclusión financiera, hay personas para las que la cuesta es más inclinada cuando buscan acceder a los créditos, como sucede con las mujeres, que deben luchar más por alcanzar su desarrollo económico y bienestar financiero.Lea también: Ahorro pensional requiere una administración abierta y de reglas claras, dicen expertosEstos expertos resaltaron que los datos de la Banca de las Oportunidades y el reporte del Índice de Bienestar Financiero (IBFC) publicado a finales del 2024, muestran una brecha de 0,66 puntos en el indicador general entre mujeres y hombres, que para ellos evidencia un panorama de oportunidades claves para seguir trabajando en políticas y soluciones que promuevan una mayor equidad en el acceso a productos financieros.Clara Escobar, directora ejecutiva de Afic, destacó que los datos reflejan que las mujeres presentan menores niveles de bienestar financiero en comparación con los hombres, con brechas significativas en productos como seguros (0,7 puntos), productos transaccionales (0,6 puntos) y productos financieros en general (0,6 puntos).Bancos.Archivo EL TIEMPO“La diferencia más reducida se observa en productos de ahorro e inversión, donde la brecha es de 0,3 puntos. En el acceso al crédito es donde se evidencia la mayor diferencia, con un IBFC de 5,6 para las mujeres y 6,4 para los hombres, lo que representa una brecha de 0,8 puntos, la más alta entre todas las categorías de productos financieros”, explicó.Escobar fue enfática en que cerrar estas brechas debe ser parte fundamental en la lucha por mejorar la autonomía financiera de las mujeres, permitiéndoles fortalecer su bienestar económico, recordando que los medios por los cuales se accede a financiación formal son, principalmente, las cajas de compensación familiar y los fondos de empleados, seguidos por los bancos y las compañías de financiamiento.Puede interesarle: Con la publicación de su hoja de vida, se confirma llegada de Benedetti al Mininterior“Esta diferencia afecta directamente la oportunidad de las mujeres para emprender, invertir en educación y generar estabilidad económica, elementos clave para su bienestar y el de sus familias a largo plazo”, sostuvo.Desde Afic advirtieron que si bien hay avances en el mercado, aún son muchos los colombianos y colombianas que no tienen acceso a medios formales de crédito y, ante la falta de opciones, recurren a la informalidad que abre las puertas a los famosos ‘gota a gota’ o prestamistas que cobran intereses que rayan con la ilegalidad.“Por ello, es esencial seguir fortaleciendo los mecanismos de inclusión financiera para garantizar alternativas accesibles y seguras, pero entendiendo las necesidades y necesidades de la gente a la que buscamos llegar. Los espacios que se dejan abiertos, son cooptados por otros actores, que muchas veces no respetan la ley.Mujeres en el agroiStockCon base en lo anterior y poniendo todo en perspectiva con la situación económica de los colombianos, en Afic señalaron que las recientes reducciones en la tasa de usura representan un desafío, ya que dificultan que las compañías de financiamiento y los bancos otorguen créditos a poblaciones vulnerables o no bancarizadas, afectando, especialmente, a mujeres con menor historial crediticio o ingresos variables y limitando sus oportunidades de desarrollo económico.“Según un estudio de Anif, por cada reducción de un punto porcentual en la tasa de usura, el crecimiento de la cartera de crédito de consumo disminuye en 0,73 puntos porcentuales, lo que restringe aún más la oferta de financiamiento, especialmente, para mujeres emprendedoras y trabajadoras independientes, que en su mayoría son madres cabezas de familia”, añadió Escobar.Más información: Helicol está lista para iniciar operaciones con Ecopetrol a partir de marzoEn Afic insistieron en que esta disminución en la oferta de crédito formal no solo afecta a quienes buscan préstamos personales o para emprendimientos, sino que también aumenta la dependencia de mecanismos informales de crédito, como los prestamistas ‘gota a gota’, donde las tasas pueden alcanzar hasta un 20% diario, poniendo en riesgo la estabilidad financiera de muchas mujeres.Basados en esto, pusieron sobre la mesa los posibles caminos que se pueden tomar para superar estos obstáculos, comenzando por un ajuste en la metodología de cálculo de la tasa del Interés Bancario Corriente (IBC), base para determinar la tasa de usura.Pesos colombianosiStock“Este ajuste incluiría una diferenciación según los tipos de crédito, especialmente en lo relacionado con los créditos de consumo, lo que permitiría un mayor acceso a las mujeres a los productos crediticios ofrecidos por los establecimientos de crédito”, indicaron.Clara Escobar explicó que actualmente, el cálculo unificado de la tasa de interés bancario corriente de los créditos de consumo y ordinario (sobre la cual se calcula la tasa de usura) impide que los bancos y compañías de financiamiento puedan otorgar un mayor volumen de préstamos en perfiles de mayor riesgo, privando del acceso a crédito a muchas personas, principalmente mujeres.“Esta propuesta permitiría mantener tasas competitivas que faciliten a los bancos y compañías de financiamiento seguir otorgando crédito a poblaciones no bancarizadas o consideradas de mayor riesgo, evitando así la exclusión financiera de mujeres emprendedoras, trabajadoras independientes y de bajos ingresos”, manifestó.Dicho esto, y basados en lo planteado por Anif, advirtieron que si se establece un techo más alto para la tasa de usura con un cambio en la metodología, las instituciones financieras podrían atender perfiles de mayor riesgo, lo que impulsaría el crecimiento real de la cartera de consumo en un 4,9%, es decir, $10 billones adicionales en financiamiento.