El sábado 8 de febrero, aprovechando un descuido de los albañiles que estaban trabajando en el domicilio familiar, Shira y Dagur, dos perros bretones, salieron de su casa en la barriada Las Flores, en Jerez. [Estamos también en WhatsApp, en Telegram y en Bluesky. Síguenos] Desde entonces, sus dueños, Ely y Jose, comenzaron una búsqueda que les ha llevado a recorrer kilómetros y kilómetros para intentar con el paradero de estos canes, madre e hijo. [articles:328550]La primera pista que recibieron es que habían sido vistos cerca del Aeropuerto de Jerez. Ely y Jose han movido en estas dos semanas cielo y tierra para tratar de encontrar a los dos integrantes de su familia. Hablaron con controladores aéreos, con el Seprona, con las gasolineras próximas, con propietarios de campos y colocaron cientos de carteles con las imágenes de Shira y Dagur, a los que parecía que se los había tragado la tierra. La pareja incluso decidió ofrecer una recompensa a quien pudiera aportar algún dato sobre el lugar en el que se encontraban los perros, pero lejos de encontrar ayuda con lo que se encontraron fueron con gente que intentaron estafarlos pidiendo dinero por los animales. [articles:328798]Hace unos días, recibieron una información que apuntaba a que una campera negra con matrícula amarilla se había parado cerca de ellos y tal vez pudo haberlos cogido o apartado de la carretera. Tanto Shira como Dagur llevaban collares en los que aparecían en grande los teléfonos de sus dueños. Finalmente, tras dos semanas de tremenda angustia y desesperación, Ely y Jose recibieron la peor de las noticias: Shira y Dagur han sido encontrados sin vida a 500 metros de donde fueron vistos por última vez en el kilómetro 625 de la N-IV.Los dos bretones, y aquí lo extraño de este hallazgo, estaban juntos bajo un eucalipto y sin sus collares. “Ahora nos toca la peor parte, aprender a vivir sin ellos”, destaca Ely. La muerte natural de los dos perros al mismo tiempo, en el mismo lugar y sin sus collares, es totalmente inexplicable, por lo que todo apunta a que alguien ha tenido que intervenir en sus muertes. O bien fueron atropellados y abandonados en ese árbol o alguien los cogió y tras ver la repercusión de esta desaparición, con imágenes por todos lados, decidió desprenderse de ellos de la forma más cruel.