Ni había charcos ni pavos: por qué el Charco de la pava de Sevilla se llama así

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Cuando los sevillanos escuchan el nombre Charco de la Pava , es común que surjan dudas sobre su significado. ¿Existió realmente un charco con ese nombre? ¿Era un lugar donde abundaban los pavos? Nada más lejos de la realidad. Detrás de esta denominación hay una historia que se remonta al siglo XIX y que ha evolucionado con el tiempo hasta convertirse en parte del paisaje urbano de Sevilla. Situado en las inmediaciones del barrio de Triana, el actual Parque de la Vega de Triana, conocido popularmente como Charco de la Pava, ha sido testigo de diferentes usos a lo largo de los años. Antiguamente, esta extensión de terreno era un espacio sin urbanizar que formaba parte de la Vega de Triana, una zona de marismas junto al río Guadalquivir . Con el paso del tiempo, este terreno ha evolucionado hasta convertirse en un aparcamiento y un lugar ocasional para eventos y espectáculos como el Cirque du Soleil . El origen del nombre Charco de la Pava no está directamente relacionado con un charco ni con pavos, sino con una antigua venta que se encontraba en la zona sur de la Vega de Triana . Esta venta, activa entre finales del siglo XIX y principios del siglo XX, se convirtió en un punto de encuentro para artistas flamencos de renombre, como Manolo Caracol, Antonio Mairena, Rafael Ortega o Enrique el Almendro . Con el tiempo, la venta desapareció, pero su nombre se mantuvo en la memoria colectiva y se acabó asociando a un espacio mucho más amplio de la ciudad. A mediados del siglo XX, en la Vega de Triana comenzaron a formarse asentamientos chabolistas, siendo el más conocido el de Haza del Huesero , que se ubicaba en la parte norte de lo que hoy es el Charco de la Pava. Durante décadas, estas construcciones improvisadas albergaron a familias en condiciones precarias. En 1991, con la llegada de la Exposición Universal de 1992 , el Ayuntamiento de Sevilla llevó a cabo un proceso de erradicación de estos asentamientos , nivelando el terreno y convirtiéndolo en un gran aparcamiento. El historiador José María Luján, en su libro 'Diccionario histórico de las calles de Sevilla', documenta que los asentamientos de esta zona no contaban con una denominación oficial . Sin embargo, en un plano de 1969, se observan calles con nombres de peces, como Perca, Barbo y Trucha. En las décadas siguientes, los propios vecinos del asentamiento llegaron a reconocer tres calles principales: Central, Seña y Virgen de los Reyes. Durante muchos años, el Charco de la Pava fue conocido por albergar el mercadillo más grande de Sevilla , un espacio al que acudían vendedores ambulantes y compradores de toda la provincia. Sin embargo, en 2017, la Policía Local detectó la venta de objetos robados y otras irregularidades, lo que llevó a su cierre definitivo . Debido a su gran extensión, el Charco de la Pava ha sido considerado en varias ocasiones como una posible ubicación para trasladar la Feria de Abril . No obstante, esta idea nunca se ha materializado y, hasta el momento, el recinto ferial sigue ubicado en Los Remedios. El Charco de la Pava es un claro ejemplo de cómo un nombre puede perdurar en el tiempo y traspasar su origen original. Lo que comenzó como una humilde venta flamenca terminó dando nombre a un vasto espacio de la ciudad con mucha historia. ¿Quién sabe si algún día acabaremos disfrutando de esta zona de la ciudad como el recinto que albergue la Feria de Sevilla?