Un vuelo de American Airlines que llegaba al Aeropuerto Nacional Ronald Reagan de Washington (Estados Unidos) se ha visto obligado a abortar su aterrizaje para evitar a otra aeronave , según han informado las autoridades. Ha ocurrido menos de un mes después de que en esa misma ciudad un accidente entre un helicóptero y un avión dejara 67 muertos. El incidente ocurrió el martes a las 8.20 horas de la mañana , cuando el vuelo 2246 de American Airlines, en ruta desde Boston, se preparaba para aterrizar, según ha informado la Administración Federal de Aviación (FAA, por sus siglas en inglés) y recogen los medios locales. El control de tráfico aéreo ordenó al vuelo de American Airlines abortar la maniobra de aproximación para « garantizar que se mantuviera la separación entre esta aeronave y una salida anterior de la misma pista», ha detallado la FAA a la cadena de televisión estadounidense CNN. En concreto, el control instó al piloto a realizar una maniobra de aproximación frustrada, que es un procedimiento de rutina que permite a una aeronave realizar de forma segura un aterrizaje alternativo «a discreción de un piloto o a solicitud de un controlador de tráfico aéreo», ha explicado la FAA. El avión finalmente aterrizó de manera segura, y la maniobra de aproximación frustrada del martes fue un procedimiento estándar «para permitir que otra aeronave tuviera más tiempo para despegar », ha señalado American Airlines a CNN el miércoles en un correo electrónico. El incidente se ha producido el mismo día en que un avión de Southwest Airlines ha estado a punto de colisionar con un jet privado en el Aeropuerto Internacional Midway de Chicago. El vuelo 2504, procedente de Omaha, Nebraska, se aproximaba para aterrizar cuando otro aparato ha cruzado la pista sin autorización y ha obligado al piloto de la primera nave a abortar el aterrizaje y ascender nuevamente para evitar el impacto. Estos incidentes se producen en un momento en que las autoridades investigan una serie de fallos de seguridad ocurridos en las últimas semanas, entre ellos, la colisión de un avión y un helicóptero que dejó 67 fallecidos en Washington.