La crisis de vivienda que afronta España exige actuar sobre muchas áreas distintas para poder resolverla. Y aun así tardará. La Unión Europea ha lanzado una reforma que busca ayudar ante esta situación que se está produciendo en todo el continente. Ultima una relajación de los requisitos que se exigen por ley a los bancos para conceder crédito con el fin de construir y promover vivienda. Estos se endurecieron mucho tras la crisis financiera de 2008, y ahora se rebajarán siempre que se cumpla con una de dos condiciones. Por un lado, que haya un mínimo de preventas significativo de la promoción —y que sea el mismo en toda Europa—, o un número de contratos de alquiler ya comprometidos (que pueden ser también, por ejemplo, plazas de residencias de ancianos o estudiantes). La otra será que el promotor aporte algo de capital (el llamado en inglés skin in the game: que ponga en juego una parte de su dinero y tenga, por tanto, algo que perder).Seguir leyendo