El sonido de una guitarra flamenca envuelve a un rincón gastronómico de Rota. Los claveles rojos y los mantoncillos adornan un bar donde se practica el “tapeo con arte”. “Yo soy muy flamenco y mi familia también”, dice Juan Antonio Salas Caraballo, el alma de El Tronío, un establecimiento ubicado en la avenida de San Fernando que ya lleva once años entre lunares y peinetas.El roteño, de 44 años, desglosa la historia de este bar donde apuesta por “lo tradicional” con una decoración propia de los tablaos flamencos. Juan Antonio abrió su propio negocio en 2014 en un pequeño local situado a unos metros. A los cinco años, se trasladó a la esquina, pero en la hostelería lleva 30 años de su vida. Empezó con 15 y, a los veintipocos, regentó una cervecería junto a sus hermanos. Después, se animó con El Tronío, que lleva su impronta por cada rincón.“A la Lola le decían que tenía mucho tronío, mucha fuerza. El tronío es señorío, compás, arte y también un latigazo”, dice el roteño tratando de explicar por qué se quedó con ese término extendido en el argot flamenco.Juan Antonio Salas, en el interior del bar. MANU GARCÍAArranque roteño hecho al estilo tradicional. MANU GARCÍAEn su cocina, más grande que la inicial, se preparan tapas tradicionales, pero como él dice, “más para la vista, que entren por los ojos” y sin perder esos sabores típicos del municipio. Juan Antonio pone en valor la gastronomía local que se camufla entre pizzerías y otras propuestas americanas.En sus mesas se degustan tacos de atún rojo a la plancha, alcachofas, pescaíto frito, ensaladilla de gambas o papas aliñás con mayonesa y melva. La estrella de la carta es el arranque roteño, a medio camino entre el ajo caliente y el gazpacho. “Lo hacemos con mortero, como se hace el arranque, intentamos hacerlo todo al estilo tradicional”, comenta.Otra tapa también muy demandada es la tosta de atún con mayonesa trufada, y no faltan los guisos como las papas con chocos, los garbanzos con espinacas, la berza, las almejas o las alubias. “Siempre tenemos un guiso característico de la zona”, asegura Juan Antonio, que está encantado con la aceptación que ha tenido El Tronío desde que empezó.Alcachofas rellenas. MANU GARCÍATosta de atún rojo con mayonesa trufada. MANU GARCÍASuena el cante de un flamenco de fondo mientras salen las tapas de la cocina. Estas las degustan comensales nuevos, que descubren su bar por primera vez, o aquellos que se han convertido en fieles después de muchas quedadas en esta esquina. "Los americanos también vienen buscando esta comida", comparte el roteño. Juan Antonio no solo impregna de flamenco el nombre sino también los elementos que decoran su bar. En una de sus paredes se distinguen fotografías de cantaores y bailaores de Rota. Un reconocimiento a las trayectorias de estos artistas que llevan a su tierra por bandera. Desde hace ocho años, El Tronío concede el premio La Peina dorada -en referencia a su símbolo- a personalidades roteñas de este mundo que tanto admira. Especialidades de El Tronío. MANU GARCÍADetalle de los cuadros de diferentes artistas flamencos de Rota. MANU GARCÍAEn los cuadros aparecen la bailaora Laura Pirri, que tiene su propia academia; el percusionista David Becerra; la bailaora y coreógrafa Ofelia Márquez; la cantaora Rocío Ruiz; o la veterana Cristina del Rocío Sánchez De los Santos. "Solemos darlo a una persona joven flamenca del pueblo para que esto no se vaya perdiendo y la juventud no se nos venga abajo", expresa desde este rincón lleno de homenajes.