Gustavo Petro ha concedido una entrevista en exclusiva con EL PAÍS en la que repasa sus más de dos años como presidente de Colombia. Petro reconoce que vive momentos de “infelicidad absoluta” por todos los problemas que le rodean y que han acabado afectando incluso a su familia. “Han tratado de destruirla”, dirá a lo largo de esta conversación de casi dos horas en uno de los salones del Palacio de Nariño, la residencial presidencial. Se lamenta por haberse rodeado de la gente equivocada y de haberse aislado demasiado. También por creer que puede “hacer una revolución gobernando, cuando eso lo hace el pueblo”. Asegura querer sacar adelante en este año y medio que le queda alguna de sus reformas más importantes para que su Gobierno no sea un fracaso. En esta conversación se ve al hombre público, al político, pero también al Petro solitario y reflexivo que vive en Palacio su última etapa como presidente.