Y Carlos Mazón se presentaba en Madrid después de la gran riada. Y ha aparecido como el político que se siente atacado por demasiados flancos y siente la oportunidad de revolverse y devolver algún golpe. Defenderse o morir. Esas eran las opciones, dicen sus cercanos. Y ha sacado los colmillos hasta dejar tocados a los propios, porque la defensa de lo innecesario de la emergencia nacional ha sonado desde el momento que la pronunciaba como un feo al presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, que se ha pasado semanas predicando sobre la oportunidad de esa emergencia nacional. Puede que sea uno de esos mensajes que uno y otro se van lanzando casi como si no pasara nada. ¿No dijo el gran líder que lo vio noqueado tras las inundaciones?Seguir leyendo....